Resumen de Los crímenes de la calle morgue.

Los crímenes de la Calle Morgue

La historia trata de dos amigos que vivían en una mansión hasta que se terminara el viaje de cada uno. El primer personaje que se llamaba C. Auguste Dupin y el otro se trata del narrador de la propia historia. En una tarde cundo hojeaban las noticias encontraron una noticia que llamo la atención de ambos, la noticia decía: “Extraordinario crimen; esta mañana alrededor de las 3:00 am fueron despertados los habitantes por unos gritos desesperados que provenían del cuento piso de un edificio, la habitación era habitada por Madame I’Espanaye y su hija Mademoiselle Camille, las dos asesinadas”.

Datos de las víctimas: 

• Las dos eran damas de la nobleza.
• Eran madre e hija.
• No salían casi nunca de la residencia.
• Asesinadas en Paris, en 1830.
• Vivían hace más de seis años en su residencia.

Madame I’Espanaye: Supuestamente estrangulada. Todos los huesos de la pierna derecha y del brazo estaban quebrantados. La tibia izquierda y las costillas del mismo lado estaban hechas trizas. Tenía todo el cuerpo descolorido y con magulladuras. Es imposible saber a ciencia cierta cómo fueron producidas aquellas heridas. A menos que hubieran sido hechas por un hombre muy fuerte. Ninguna mujer podría haber causado aquellos golpes con alguna clase de arma. Cuando el testigo la vio, la cabeza estaba totalmente separada del cuerpo y, además, destrozada. Evidentemente, la garganta había sido seccionada con un instrumento afilado, probablemente una navaja barbera.

Mademoiselle Camille: Cuerpo magullado y lleno de falta de piel por haber sido empujado hacia arriba de la chimenea. La garganta presentaba grandes faltas de piel. Profundos arañazos debajo de la barbilla, al lado de una serie de débiles impresiones de dedos. Rostro descolorido, ojos fuera de su órbita, lengua mordida y seccionada parcialmente.

Lugar del crimen: El hecho ocurrió en la mansión de cuatro pisos de la madre e hija, en la calle ‘La Rué Morgue’.

La mansión rara vez tenia las puertas abiertas a los visitantes. Las puertas traseras siempre mantenían cerradas a excepción de las ventanas de la gran sala posterior del cuarto piso. La puerta poseía dos hojas y carecía de cerrojo y pasador en su parte alta.

Testigos: A lo largo de la historia hubo múltiples testigos que dieron sus propias declaraciones de lo que para ellos vieron y escucharon en el momento del asesinato. Los testigos fueron:

• Pauline Dubourg: Lavandera.
• Pierre Moreau: Vendedor de tabaco.
• Isidore Muset: Gendarme (agente de policía).
• Henri Duval: Vecino.
• Jules Mignaud: Banquero.
• Adolphe Le Bon: dependiente de la casa “Banca Mignaud et Fils”.
• William Bird: Sastre.
• Alfonso García: Empresario.
• Alberto Montan: Confitero.
• Paul Dumas: Médico.
• Alexandre Etienne: Cirujano.

Declaraciones:

• Pauline Dubourg: Ella declaró haber conocido a las víctimas hace tres años y haber lavado para ellas todo ese tiempo. Dijo que ellas parecían vivir en armonía y cariño. Tenían fama de tener dinero escondido. Dijo que nunca vio a nadie entrar o salir de la casa cuando ellas requerían sus servicios.
• Pierre Moreau: Declara que él era vendedor de tabaco de las señoras hace ya cuatro años. Hace más de seis años que viven allí. Él vio a la hija de I’Espanaye unas seis veces en los seis años. Eran famosas por su dinero. Nunca vió a nadie salir o entrar del departamento, exceptuando solo a un médico o a un recadero.
• Isidore Muset: Él declara haber sido llamado a la casa a las tres de la madrugada para abrir la puerta del departamento de las señoras. Había gritos de angustia. Eran fuertes y prolongados. Subió rápidamente los escalones. Al llegar al primer escalón, oyó dos voces que disputaban. Una de éstas era áspera, y la otra, aguda, una voz muy extraña. De la primera pudo distinguir palabras en francés diciendo “sacre” y “diable”, era voz de hombre. La aguda voz pertenecía a un extranjero, no se sabe su sexo. No pudo distinguir lo que decían.
• Henri Duval: Él forma parte del grupo que entró a la casa en el momento del crimen. Él dice que la voz aguda era la de un italiano y estaba seguro de que no era francés. Conocía a las dos víctimas y hablaba con ellas frecuentemente. Estaba seguro de que las voces no eran de ellas.
• Jules Mignaud: Él declaró que la víctima madre abrió una cuenta corriente en su casa de banca en la primavera del año 1822. Con frecuencia ingresaba pequeñas cantidades de dinero. No retiró ninguna sino hasta tres días antes de su muerte. La suma era de 4000 francos.
• Adolphe Le Bon: Declaró que tres días antes del asesinato había acompañado a Madame a su residencia con el dinero. Luego de dejar a la señora en su casa, se despidió y se fue. No había nadie en la calle, se encontraba solitaria y apartada.
• William Bird: Pudo oír a una voz grave de un francés, oyó claramente “sacré” y “Man Dieu”. Por un momento se produjo un ruido de riña y forcejeo. La voz aguda era muy fuerte, más que la grave. No se trata de la voz de un inglés, sino más bien la de un alemán. Podía haber sido la de una mujer. No entiende el alemán.
• Alfonso García: Forma parte del grupo que entró a la casa. No subió la escalera porque estaba muy nervioso. Oyó claramente las voces que disputaban. La grave era de un francés y la aguda de un inglés. No pudo distinguir lo que decían. No entendía el idioma, pero distinguió la entonación.
• Alberto Montan: Declaró haber sido uno de los que subió las escaleras. Oyó las voces. La grave era francesa. Pudo distinguir varias palabras. No pudo comprender nada de la voz aguda porque hablaba rápidamente y de forma entrecortada. Cree que era la voz de un ruso.
• Paul Dumas: Declaró que los cuerpos yacían sobre las correas de la armadura de la cama, en la habitación donde fue encontrada Madeimoselle I’Espanaye y Madeimoselle Camilla.
• Alexandre Etienne: Declara haber sido llamado al mismo tiempo que el doctor Dumas para examinar los cuerpos. Corroboró la declaración y las opiniones de este.

Hipótesis: En el trascurso del caso se presentaron varias hipótesis de Dupin y la policía respecto al asesinato, unas fueron desechadas pronto y otras perduraron a lo largo del caso. Las hipótesis fueron:

1ra hipótesis: Los policías dijeron que el caso había sido un robo, pero fue descartada pronto ya que no faltaba ninguna pieza de valor.

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