Resumen del libro "Los cínicos no sirven para este oficio"
Enviado por MILAGROS406 • 26 de Enero de 2017 • Resumen • 1.762 Palabras (8 Páginas) • 920 Visitas
LOS CÍNICOS NO SIRVEN PARA ESTE OFICIO, LIBRO ESCRITO POR RYSZARD KAPUSCISNSKY
Autora del Resumen de este libro: Milagros Choque Chura
Ryszard Kapuscisnsky autor del libro “Los cínicos no sirven para este oficio”, es uno de los personajes más influyentes de los que se puede uno complacer en hablar sobre él. Su complejidad; pero, sobre todo la originalidad de este intelectual, hacen que quien lea este texto no pare de leer, sino hasta que la vista se le canse.
Desde la parte donde nombra a los jóvenes en el comentario que se hace en la introducción, ya me encantó. Imagínese, somos los enemigos de los más viejos, de los que ya pasaron de generación, pero no perdieron la pasión por el periodismo, al menos eso es lo que espero.
Nos llama vencedores, nada más acertado para aumentar el ego, me da un poco de gracia porque cuando salgo al campo puedo comprobar ese escenario que describe Kapuscisnsky, y para culminar de escribir sobre la introducción, la fórmula perfecta espera ansiosa, una solución de compromiso.
De allí le prosiguen un montón de elogios hacia nosotros, los jóvenes, y antes de que envejezca, mejor empiezo por escribir, motivada por la razón que me llevó a leer este libro y es la de aprender más y más.
Ismael sigue navegando
Another Day of Life, El imperio, La guerra del fútbol, Ébano, empiezan a desfilar en primera fila con la guía de Maria Nadotti, quien habla sobre del gran compromiso que lleva el autor en su oficio, de vivirlo en su propia carne y aun así a veces sentirse triste e insatisfecho por un lado, como si todavía no lo hubiese dado todo ya.
La respuesta no tarda en llegar y lo hace con cortesía, con alegría por la asistencia de muchos jóvenes, dice: “Nuestra profesión necesita nuevas fuerzas, nuevos puntos de vista, nuevas imaginaciones, porque en los últimos tiempos ha cambiado de una forma espectacular (…)”.
Nos invita a “aceptar el sacrificio de una parte de nosotros mismos”, me recuerda a los días que tuve que pasar muriéndome de sed por haberme olvidado la botella de agua en casa, pero con el mismo ánimo de correr detrás de la noticia. Continúa… “Esta es una profesión muy exigente”, sí que lo es y gracias por habérmelo recordado Kapuscisnsky.
Amo ese nivel que él llama creatividad, alma dedicación y tiempo. Soy consciente de que aún soy una practicante y por tanto novata en varios aspectos, pero tengo esas ganas de no llevar a mi profesión a un nivel artesanal.
También soy consciente de que sin conocimiento no tengo mucho que ofrecer a los demás, el conocimiento enriquece no sólo la mente, sino el alma y forma el carácter y debo confesarle que para mi segunda exposición no me preparé lo suficiente, no voy a justificarme, pero ahora que leo a Kapuscisnsky, la culpabilidad de mi insuficiente preparación me persigue.
Tiene razón cuando dice que no hay que usar nuestra carrera como medio para enriquecernos, al menos eso si lo tomo por verdad porque no conozco periodista ético que haya hecho tal cosa, o del que se hable bien por haber hecho de su carrera una cueva de Sésamo.
Esas dos palabras: “Sacrificio y estudio” han de quedarse grabadas en mi mente no solo por ser periodista, sino porque soy humana y son válidas para cualquier circunstancia y escenario.
Cuando habla de que la información se ha separado de la cultura, miro a nuestros Medios de Comunicación peruanos, dando de consumir a su gente basura, no cultura, y si hay información cultural no tiene mucha acogida, aún no. Los peruanos estamos hambrientos de educación, lo que pasa es que como aún ignoramos que tenemos esa hambre.
Debo de entender que este camino que he elegido no es para nada fácil, afortunadamente no he trabajado en un medio en el que te limitan, para mí lo mejor que me pasó en cuánto a mi carrera fue realizar mis prácticas en Radio San Martín, sí, información cultural y educativa, luego de allí trasladar esta idea a la apertura de un propio Medio de Comunicación junto a otros seis compañeros, porque así somos los jóvenes de aventureros.
Los riesgos se ven en el camino, tienes que aprender a batallar con ellos, por allí un compañero me dijo: “lo que necesitaba tu medio son policiales, noticias de sangre porque eso es lo que vende, lo que le gusta a la gente, sino nunca van a crecer”. Me enojé tanto aquel día, que mi respuesta fue:-Si tú quieres hacer eso, hazlo, pero a mí no me gusta, y prefiero ser pobre antes de vender basura a los demás”.
Días después reflexioné sobre las palabras de mi compañero y analizando el problema no está en hacer policiales, sino en cómo enfocamos esa noticia, de allí les dije a mis seis socios que podían realizar policiales, que no se sientan atados, pero que cada vez que lo hagan sea para enrumbarnos a un cambio, no hacer periodismo artesanal.
El texto continúa con la decisión que tomó Kapuscisnsky de realizar periodismo en el Tercer Mundo, algo que lo confronta fuertemente porque como dice Maria Nadotti es incompatible con su grupo, cultura y país.
Somos humanos comunicándonos con otros humanos, no son diferentes a nosotros, ni debieran serlo, no son más no son menos, son nuestros próximos, a quienes les debemos lo que somos, ellos son nuestra razón de ser, sin los personajes, no hay historia, así de simple.
Habla de la independencia de los periodistas, de no sentirnos atados, y me siento aún más contenta con lo que hago porque no sirvo a grandes poderes, hago lo que me apasiona y dejo a los demás hacerlo también. La experiencia me está enseñando muchas cosas, “Caminante no hay camino…el camino lo haces al andar”, encaja perfectamente con mi perfil.
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