Los Cinicos No Sirven Para Este Oficio

Los cínicos no sirven para este oficio

Este libro expresa que el periodismo es una profesión que no tiene un lugar para los cínicos. Es una “teoría” muy consciente que pone en duda el trabajo de muchos que dicen ejercer de manera “excelente” dicha carrera. El buen periodismo no es más que hablar siempre con la verdad en su totalidad, no esconder ni forjar las palabras o cambiar la información. A diferencia de lo que nos ofrecen los medios masivos de comunicación. “El problema de las televisiones y, en general, de todos los medios de comunicación, es que son tan grandes, influyentes e importantes que han empezado a construir un mundo propio. Un mundo que tiene poco que ver con la realidad”.

Kapuscinski al enunciar las fuentes que determinan el trabajo de un periodista. Toma como principio a los otros, como por ejemplo, la gente que está involucrada en el acontecimiento que estamos describiendo y analizando. La gente con la que tenemos contacto resulta fundamental en la expresión final de nuestra tarea, ya que son ellos los que van a formar la sustancia del relato. Y lo harán dejándonos conocer sus historias y sus distintos puntos de vista.

Para lograr que la gente nos ayuda aunque contemos con pocos minutos para hablar con ellos, se tendría que llevar a cabo el proceso de empatía, (que no es más que ponerse en el lugar del otro para intentar comprender lo que está viviendo). Estoy de acuerdo cuando se dice que es una cualidad que no todos poseemos. Y es parte solo de aquellos con buenas intenciones, “si se es buena persona se puede intentar comprender a los demás, Y convertirse, inmediatamente, desde el primer momento, en parte de su destino”

Creo que resulta de vital importancia ya que no es aceptable presentarse al lugar de trabajo con las manos vacías. Es necesario conocer los porqués de todo y de todos. Sin embargo, “las dos primeras fuentes están creciendo incesantemente. En cualquier parte a la que uno vaya, cada vez hay más personas” Por tanto resulta difícil seleccionar a las personas y los documentos que serán el color de nuestra presentación.

Esta es la parte esencial para llenar de matices nuestro trabajo y para dar un contexto geográfico en el cual pueda desenvolverse la historia. Sin él no podemos ubicar espacio ni tiempo, y por tanto un sentido. Incluso este factor puede ayudarnos a resolver un tremendo problema: la diferencia de lenguas.

“En nuestro oficio a menudo es necesario prestar mucha atención no tanto a las cosas que nos llegan a través de la radio, de la televisión o en las conferencias de prensa, como a lo que simplemente está a nuestro alrededor” Existen muchas señales en la atmosfera que pueden ayudarnos a entender lo que está ocurriendo sin necesidad de aprender una nueva lengua.

El periodista es un historiador de la contemporaneidad

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