Las Prubeas Del Oficio
Enviado por zeustudios • 18 de Agosto de 2011 • 741 Palabras (3 Páginas) • 953 Visitas
Las pruebas del oficio*
François Dubet y Marie Duru-Bellat
En el país francés desde los años 50 del siglo XX, concibie una secundaria destinada a todos, que preservando el modelo de la excelencia escolar reservada a una élite, estuviera abierta al mismo tiempo a todos los alumnos. Pero ahora se tropieza con desigualdades escolares y sociales, las pruebas y las dificultades de los maestros, el malestar de los alumnos, su apatía, y a veces su violencia. La secundaria no es la escuela primaria ni el liceo de antes, cursar la secundaria es afirmar la vocación para ese nivel del sistema escolar, es buscar una identidad propia, definir los límites de una cultura común, imaginar otras maneras de organizar el trabajo de los alumnos y de los maestros.
Al mismo tiempo, esta pasión raramente desemboca en verdaderos debates. Por su parte los maestros se apasionan con razón por una escuela donde se juegan su identidad profesional y sus condiciones de trabajo.
¿Será preciso recordar también que las secundarias no están pobladas solamente por los maestros? Cuando éstos se expresan en los sondeos, los padres de los alumnos y los mismos jóvenes hacen sobre la secundaria y más ampliamente sobre la escuela un juicio netamente menos sombrío. Si los padres son globalmente menos críticos que los maestros, lo son más en lo que concierne a las relaciones entre el personal docente y los alumnos. Para mejorar el funcionamiento de la escuela, los padres cuentan con más diálogo y con una ayuda acrecentada por parte de los maestros, mientras que los profesores, a la inversa, cuentan con la ayuda acrecentada de los padres. En cuanto a los alumnos, su juicio sobre la secundaria es más bien positivo, más positivo que hace unos 10 años, 4 incluso si ese sentimiento concierne más a su vida juvenil, de la cual la secundaria es el marco, que a su experiencia estrictamente escolar. Todas estas opiniones, con frecuencia ambivalentes, con frecuencia contradictorias, son a priori, igualmente legítimas.
En un debate a la vez demasiado nutrido y demasiado vacío, este libro adopta a propósito de la secundaria la actitud de libre examen que se esfuerza en desarrollar en los alumnos de filosofía. Más sencillamente, trata de situarse en el terreno de lo que sabe acerca de la secundaria. No se puede decir no importa qué sobre la secundaria y sobre la escuela. Los hechos son las observaciones y las investigaciones acumuladas desde hace treinta años, y aportan un esclarecimiento precioso sobre las cuestiones escolares. En particular, con frecuencia parecen muy desfasados respecto a los logros de la secundaria, que también son sus logros.
Estas tensiones, además, se han exacerbado progresivamente, a medida que la secundaria única se cumplía, hasta escolarizar efectivamente a todo un grupo de edad. La secundaria ha debido evolucionar para seguir
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