Resumen libro “La ideología de la estética” de Paul de Man. Capitulo “Signo y símbolo en la Estética de Hegel”
Enviado por angeliccca • 27 de Julio de 2016 • Resumen • 638 Palabras (3 Páginas) • 574 Visitas
Resumen libro “La ideología de la estética” de Paul de Man. Capitulo “Signo y símbolo en la Estética de Hegel”
Este texto resumirá el capítulo “Signo y símbolo en la Estética de Hegel” traducido por el filósofo Paul de Man, el cual busca interpretar la teoría estética que conducen la defensa de la lectura del arte, equilibrada con la experiencia estética que se ve discernida con la modernidad.
Según Paul de Man, la estética en la caso de Hegel, reúne en la materia artística un ejercicio estético que condiciona la lectura de la misma; considerando en esta una causa histórica de un acontecimiento experimental que concierne de tres fases; las dos primeras relacionada con lo clásico y lo romántico, y el tercer periodo va dirigido al termino del símbolo, “el cual se asocia hoy en día con estructuras lingüísticas, y tienen su origen no en la historiografía, sino en la práctica de la ley en el arte de gobernar”[1]. Declarando un fenómeno cambiante en la significación del símbolo y del signo, cuestionando esto último en el paralelo en el que se encuentra el arte.
Para Hegel, el arte es una cosa del pasado, en la que se encuentra vinculada con un momento preciso de trasformación social que direcciona la modernidad, “la que estaba a punto de descubrir y refinar el poder del símbolo”[2], encontrándose así en disputa el valor estético de las representaciones artísticas, enfocando su discusión en la arbitrariedad del signo.
“defiere del símbolo, una percepción cuya propia determinación (o significado) corresponde (…) conceptualmente, al contenido que expresa como símbolo, mientras que en el caso del signo, el contenido propio de la percepción (…) y el contenido del que es signo, no tienen nada que ver el uno con el otro.”[3]
Con la liberación del significante, el signo se altera en su condición de representación equilibrada del símbolo, ejerciendo cierta violencia contra el mundo dado a su arbitrariedad en su significación. Es por el arte donde las representaciones despojaron el pensamiento estético y re significación de las nuevas miradas de concebir el mundo. Lo dice De Man cuando se refiere a la representación del pensamiento, donde un sujeto pensante se anticipa a las diferencias que existen entre el símbolo y el signo. Pal de Man declara que “el agente de esta apropiación es el lenguaje, que – Según Hegel- es la labor del pensamiento”[4], pensamiento que se ve contenido y definido por el “yo”.
Este nuevo pensamiento, plasma las dicotomías de la proyección del signo en su disvirtualidad, con el fin – o la esperanza según De Man- de encontrarse con el reconociendo del sí mismo, considerando la apreciación del “yo” que pasa por “mi”. Así, como se libera el signo y el significante del símbolo, se encuentran cohesionadas la liberación del pensamiento centradas en el yo. “En medida en que el “yo” se señala en si mismo, es un signo; pero me la medida en que no habla de sí mismo, es un símbolo”[5], conformando la comprensión de la belleza estética como una manifestación externa refiere a un contenido ideal que proyecta el sentido estético en sí; ya sea propia del ser, o sistemática, evidenciando el carácter violento de la liberación de ambas partes.
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