Resumenes El Delincuente, El Vaso De Leche Y Otros Cuentos
Enviado por raquele19 • 11 de Agosto de 2014 • 1.876 Palabras (8 Páginas) • 27.722 Visitas
El Delincuente, el vaso de leche y otros cuentos.
El Delincuente
Había una vez un caballero de oficio peluquero que vivía en un conventillo con muchas más personas y su señora. El conventillo era grande, como un conventillo dentro de otro conventillo. El conocía a todas las personas de ese lugar, pero un día escucho unas voces y vio dos personas desconocidas y salió a ver quiénes eran y resulta que eran un borracho y el otro con apariencia de pillo.
Junto con su vecino, el maestro Sánchez no tuvieron mejor idea que llevarlos a la comisaria, de camino hacia allá, ríen, conversan con los desconocidos, cuando llegan a la comisaria un guardia los hizo pasar los interrogo y les dijo que esperaran hasta que llegara un inspector. El inspector confirmo que el tipo con cara de pillo era un ladrón muy conocido y lo mando al calabozo e igual para el borracho por escandaloso y ebrio. El maestro Sánchez y su acompañante se devolvieron a sus hogares ya muy cansados.
El Vaso de Leche
Había en la barandilla del estribor un joven desertor de un vapor que quedo a su suerte, sin dirección ni destinatario, sin conocer a nadie, sin un centavo en los bolsillos, en el primer puerto grande. Ahí estaba muerto de hambre y negándose de todo el alimento que le ofrecían más por timidez y vergüenza que por orgullo, se resistía a pararse delante de las escalas de los vapores, a las horas de comida, esperando de la generosidad de los marineros algún paquete que contuviera restos de guisos y trozos de carne.
Al día siguiente, convencido de que no podría resistir mucho más, decidió recurrir a cualquier medio para procurarse alimentos. Caminando, fue a dar delante de un vapor que había llegado la noche anterior y que cargaba trigo se atrevió a hablar con el capataz para trabajar como cargador aceptándolo, terminando asi la jornada de trabajo fatigado y con hambre, le solicito al capataz un adelanto, el cual le contestaron que los pagos eran al final del trabajo y que solo le podría prestar una pequeña cantidad el cual no fue aceptado por el marinero agradeciendo de igual forma.
Camino y camino el marinero con mucha hambre, llegando hasta las primeras calles de la ciudad y encontró una lechería y espero que no hubiera nadie en el lugar y se decidió a entrar sin pagar, dispuesto a cualquier consecuencia, en el lugar pide un vaso de leche y vainillas, luego de comer el joven siente como el llanto sube desde su pecho hasta sus ojos: llora desconsoladamente. En medio de su llanto la dueña de la lechería acaricia su cabeza, lo consuela con la dulzura de una madre, le deja sobre la mesa otra porción de vainillas y otro vaso de leche, al final se levantó y dijo simplemente Muchas gracias, señora: adiós respondiendo la señora Adiós, hijo y el pensó en la señora rubia que tan generosamente le atendió, e hizo propósitos de pagarle y recompensaría de una manera digna cuando tuviera dinero.
Un mendigo
Lucas Ramírez fue dado de alta del hospital. Está solo en la ciudad, sin familia ni casa. Comienza a vagar por las calles afirmado por sus muletas hasta que la noche cubre el cielo y la temperatura desciende. Tiene que buscar un sitio donde pasar la noche. Recuerda la dirección de un viejo amigo que por casualidad se encontraron en el hospital, decide visitarlo para pedir albergue. Lamentablemente no da con la numeración de la casa. Se acerca a un hombre que momentos antes había salido de un restaurante, para consultar por la dirección, el sujeto no lo deja terminar su consulta y al verlo tan pobre le da varias monedas. El protagonista aún no quería aceptar su condición de mendigo, quedo en una profunda perplejidad. La situación se repitió de nuevo y se siguió repitiendo las noches siguientes. Lucas Ramírez entonces decidió su destino cada noche mendigaba a la salida del restaurante mbre se despide agradecido de la mujer y se retira del lugar.
El trampolín
Dos estudiantes de medicina viajan en un tren, al frente de su posición se instalan dos hombres: un oficial y un prisionero. Los jóvenes preguntan qué crimen había hecho el reo, el mismo aludido es quien les cuenta que mato a su mejor amigo por error. La historia conmueve a los estudiantes ya que perciben la inocencia y verdad en sus palabras. El destino del hombre da un giro cuando el oficial se ausenta unos minutos y al salir del tren es atropellado por la otra máquina que llegaba a la estación. Los protagonistas no dudan en que el prisionero debe huir, pues lo consideran inocente. Es así como un trampolín de la suerte ayuda al reo a esquivar su destino.
El colocolo: tres amigos comparten alrededor de una fogata. Entre conversaciones y vino caliente, comienzan a hablar sobre las apariciones de fantasmas y criaturas mágicas del campo. Uno de los personajes cuenta la historia del colocolo, una especie de roedor cubierto de plumas y lengua de serpiente, acusado de matar a los hombres tragándoles la saliva. Al terminar la historia uno de los tres amigos se retira de la reunión, algo borracho sube a su caballo y emprende rumbo a su hogar. En el camino,
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