SEMBLANZA DEL AUTOR. CARLOS FUENTES

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Contenido.

SEMBLANZA DEL AUTOR.        

CARLOS FUENTES.        

RESEÑA.        

LAS BUENAS CONCIENCIAS        

OPINIÓN CRÍTICA.        

BIBLIOGRAFÍA.        

SEMBLANZA DEL AUTOR.

CARLOS FUENTES.

(Ciudad de Panamá, 1928 - México, 2012) Narrador y ensayista mexicano.[pic 4]

Uno de los escritores más importantes de la historia literaria de su país. Figura fundamental del llamado boom de la novela hispanoamericana de los años 60, el núcleo más importante de su narrativa se situó del lado más experimentalista de los autores del grupo y recogió los recursos vanguardistas inaugurados por James Joyce y William Faulkner (pluralidad de puntos de vista, fragmentación cronológica, elipsis, monólogo interior), apoyándose a la vez en un estilo audaz y novedoso que exhibe tanto su perfecto dominio de la más refinada prosa literaria como su profundo conocimiento de los variadísimos registros del habla común.

En lo temático, la narrativa de Carlos Fuentes es fundamentalmente una indagación sobre la historia y la identidad mexicana. Su examen del México reciente se centró en las ruinosas consecuencias sociales y morales de la traicionada Revolución de 1910, con especial énfasis en la crítica a la burguesía; su búsqueda de lo mexicano se sumergió en el inconsciente personal y colectivo y lo llevaría, retrocediendo aún más en la historia, al intrincado mundo del mestizaje cultural iniciado con la conquista española. ^[1]

RESEÑA.

LAS BUENAS CONCIENCIAS

El libro describe la casa ubicada entre la bajada de San Roque y el jardín Reforma, en Guanajuato, Guanajuato. Donde vivían los antepasados de Jaime Ceballos, el joven en el que se basa la historia del libro. El libro empieza con Jaime Ceballos recordando su infancia.

Todo comienza en 1850 en Guanajuato, en una familia de origen madrileño, el jefe de la familia Higinio Ceballos. Un comerciante de telas con su tienda ubicada en uno de los barrios más pobres de la ciudad, pero gracias al Gobernador Muñoz Ledo, logran ubicarse en uno de los lugares más prestigiosos y ricos de la ciudad, haciéndose así de su fortuna. Estalla la Revolución de Independencia, y Don Higinio se une a las tropas del imperio donde muere, su esposa Doña Margarita queda encargada de la familia, señora inteligente y fuerte se hace cargo del negocio haciéndolo prosperar, a parte de criar a sus dos hijos José Ceballos y Pánfilo Ceballos.

Pánfilo el más trabajador, José el más inteligente pero relajado. Pánfilo muere soltero, y José se casa con Guillermina Montañez heredera de minas, la señora Guillermina se asocia con extranjeros para explotar las minas de mercurio, plomo y estaño y después adquiere hectáreas en Michoacán. En tiempo de la política de Porfirio Díaz se crean nuevas líneas de ferrocarril; y nuevas rutas permitiendo el florecimiento de la minería. En la inauguración del Teatro Juárez la familia Ceballos se reúne con el actual presidente Porfirio Díaz para solicitarle su apoyo con transportes baratos para prosperar en su negocio. En 1905 muere Doña Margarita, después de la muerte de ella la tienda empezó a perder clientes y el negocio se viene a bajo.

Del matrimonio de José Ceballos y Guillermina tienen dos hijos, Rodolfo y Asunción; Rodolfo el más grande quería estudiar leyes pero se atraviesa el periodo Revolucionario y éste se ve obligado a renunciar en sus estudios, mientras su hermana Asunción se casa a los 15 años con el chico Balcárcel del Moral heredero de otra familia rica de la ciudad. Asunción y su esposo se van a vivir un tiempo a Europa a causa de la Revolución.

Un día de 1910 dan aviso a Doña Guillermina que su marido el señor José Ceballos sufre de una fuerte pulmonía en un pueblo cercano a León, sale ella a buscarlo pero para cuando llega ya sólo encuentra el cadáver de su esposo.

Mientras se llevaba a cabo la guerra de Revolución Doña Guillermina y su hijo Rodolfo se refugiaban en la hacienda, instalaron el cuartel general en su casa, Rodolfo y su mamá se encerraron en la recámara principal después de que Villa tomara Guanajuato, ahí resistieron hasta que finalmente en 1920 muere Guillermina y Rodolfo queda como heredero único de todas las posesiones

Lo primero que hizo Rodolfo al quedar como dueño de la herencia de la familia Ceballos fue administrar la tienda, y empezó a apostar y dedicarse a la bebida, casi lleva a la quiebra el negocio familiar, hasta que conoce a Adelina, hija de Chepepón López un comerciante de vinos y especias. Adelina una mujer sencilla de clase media-baja, a Rodolfo ni le gustaba ni le desagradaba, pero ella llega a convertirse en su esposa y madre de su único hijo. Al enterarse de este matrimonio Asunción se opone totalmente a que su hermano quede casado con una mujer que no es de alcurnia, indicándole a Rodolfo que la hija de un don nadie no iba a vivir en la casa de su madre.

Asunción regresa a Guanajuato, ya terminada la Revolución y se encuentra con su hermano casado con Adelina, y por supuesto ella en desacuerdo de ésta relación decide deshacerse de Adelina quitándole a su único hijo, bautizándolo sólo los Balcárcel y Rodolfo.

Los Barcárcel debido a que no podían tener hijos criaron a Jaime (hijo de Adelina y Rodolfo) como su propio hijo, Asunción se esmeró en enseñarle todas las costumbres religiosas, ya que ella y todos sus ancestros eran personas muy devotas. Jaime creció diciéndole mamá a Asunción y sin saber cómo referirse a su tío el Señor Balcárcel.

Pronto el Señor Balcárcel se hizo cargo de la hacienda y el negocio, ya que Rodolfo Ceballos no tenía el carácter para ser el jefe de la familia, el niño Jaime aprendió a seguir las órdenes de su tío y creció con la educación católica, la tía Asunción quería que Jaime fuera sacerdote o algo más dedicado al clero, siempre le hablaban de las costumbres de la familia Ceballos.

Rodolfo comenzó a platicar con Jaime acerca de su mamá e intento convencer a Asunción en que le permitiera conocerla, por supuesto ella rechazó totalmente la idea, Rodolfo decidió ganarse a su hijo a escondidas de sus tíos llevándolo con él a los viajes de negocios y hablándole de su madre.

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