Sayuri

Sayuri, que es la geisha protagonista de la historia, es una anciana japonesa que vive en Nueva York, y poco antes de su muerte, le cuenta la historia de su vida a un amigo americano. Es la historia de su vida, desde que prácticamente tenía uso de razón, hasta aproximadamente los 40 años de edad.

La acción comienza a comienzos de 1930 en un pueblecito pesquero de Japón llamado Yoroido. Se nos presenta a la menor de las hijas de un pescador del pueblo, Chiyo, que, por las desgracias de la vida, es vendida por su padre junto con su hermana Satsu, por la intervención del señor Tanaka a una de las okiyas (casas de Geishas) de Gión, popular barrio de Kyoto. Chiyo es vendida a la okiya Nitta, una de las más populares gracias a su Geisha, la malvada y a la vez hermosa Hatsumomo, La dueña de la casa de geishas es "mamita" y tiene que darle gran respeto; y su hermana acaba en uno de los prostíbulos de la ciudad. La suerte de Chiyo es debida exclusivamente a esos grandes ojos de un azul tan extraño que fascinaban a todos.

Chiyo comienza como criada en la okiya y debe esmerarse para conseguir el estatus de aprendiza de Geisha o maiko, pero su miedo por no volver a ver a su hermana le causa más de un problema

y por querer huir se cae de un tejado. La fatalidad parece haberse instalado en el porvenir de la joven Chiyo ya que se queda sola, huérfana y endeudada en el mundo, pero un encuentro clave con el presidente de la compañía eléctrica japonesa, la compañía Iwamura, le da la fuerza necesaria y la ilusión para convertirse en Geisha.

Toda esperanza parecía frustrada por Hatsumomo, pero el encuentro con la gran rival de ésta, Mameha, será clave para que Chiyo consiga convertirse en la gran Sayuri, la geisha más importante de Japón.

Mameha adopta a Chiyo como aprendiz (hermana menor) y la prepara para competir contra Hatsumono, (Chiyo piensa que Mameha sólo quiere usarla para vengarse de Hatsumono, pero al final se entera de que lo hace por recomendación del Presidente). Cuando Chiyo inicia su aprendizaje junto a Mameha recibe un nuevo nombre: Sayuri.

Una vez que vende su misuage (virginidad), Sayuri no es sólo una geisha con éxito, consigue pagar todas las deudas que tenía con la okiya de Nitta y es adoptada por el ama de la okiya. El inicio de la Segunda Guerra Mundial, un tema que aparece, y es un nuevo reto para Sayuri. De pronto, sus logros se vuelven irrelevantes y su belleza física queda

devaluada debido al trabajo manual y la falta de alimentos. Su vida de lujos cambia y es sustituida por duras condiciones y trabajo físico.

Durante su período como geisha antes de la guerra, vuelve a encontrarse con el señor Director, pero no consigue acercarse a él tanto como quiere. En cambio, las circunstancias la empujan a unirse a Nobu, el mejor amigo del Director. Es Nobu quien salva a Sayuri de la dureza de la guerra hasta que Gion pueda recuperar su antiguo esplendor, bajo la condición de que le permita después ser su danna (cliente habitual con derecho a visitas “conyugales”), cosa que ella acepta a pesar de que es el Director el hombre

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