Si cupido supiera de economia

María Camila Rojas- 1003566458

Contaduría Pública-3°

SI CUPIDO SUPIERA DE ECONOMIA.

La microeconomía es una rama de la economía que se centraliza en el estudio de los comportamientos y las decisiones de consumo de las personas, los inversores, los trabajadores y las empresas, junto a su intervención en los mercados. El amor a su vez puede interpretarse como un acuerdo donde se ofrece algo esperando algo más a cambio, en donde se llega a un punto de equilibrio y donde dependiendo de las estrategias que se adopten, se pueda generar escases o una sobre oferta de sentimientos.

¿pero por qué plantear el problema del amor desde el punto de vista económico? El amor es uno de los puntos más importantes en la vida de un ser humano y la economía puede contribuir a entenderlo, además que mejor tema que el amor para entender la cercanía entre la economía y el comportamiento general de las personas, captando que los seres humanos podemos cambiar de actitud y gusto frecuentemente, visualizándolo desde una disciplina distinta a la psicología del consumidor en muchos otros aspectos personales.

El amor suele tener varias etapas en donde saber tomar decisiones es la clave para obtener los resultados esperados, pero, aunque parece un mundo fácil donde solo se involucra el corazón, esto no es así. Los conocimientos en economía también pueden adoptarse como guía y lograr las ganancias que se han proyectado, teniendo en cuenta que los beneficios deben ser mayores a los costos, se debe innovar, quiere decir, cambiar con frecuencia la tecnología en el amor evitando caer en la rutina y en la monotonía, respetar los acuerdos hechos desde el comienzo para que esta alianza estratégica funcione.

Cuando se comprende este punto, la persona adquiere una curva de aprendizaje que puede mejorar el clima en una relación y aprender cuáles son las cosas que podrían hacer reaccionar a la pareja de manera negativa o qué materias podrían hacer que la relación tenga una mejor productividad, en términos económicos el plantear y estudiar los cambios en productos, lograra predecir las modificaciones en el mercado, de esta manera también se logra acertar en el punto de equilibrio.

Con esto lograríamos deducir que el amor es un tema de demanda y oferta, ya que estas dos son las fuerzas básicas que determinan un mercado, pues consiste en la relación de lo que los consumidores desean comprar y los vendedores lo que quieren producir, y así haciendo entrar al juego los factores de precios y cantidades.

El amor, en cambio, presenta no solo a un demandante y a un oferente, ya que en realidad todos somo compradores y vendedores al mismo tiempo, básicamente en palabras más explicitas todos ofrecemos y buscamos algo. Por esto nos interesamos en saber el precio que tendremos que pagar para obtener amor. Nominando “costo de oportunidad” a todo aquello a lo que se renuncia por establecer dicha relación y el sacrificar tiempo con otras personas o para otras actividades libres, lo nombraríamos “costo por asumir”.

Dando por entendido todo esto iniciaríamos en la etapa de conquista, punto cero de una relación aun no existente, donde los dos están en la búsqueda de un oferente de relación formal; por lo que en la primera cita no se “cerrara el negocio”, únicamente se visualizara el mercado con sus precios. Si la expectativa de alguno no se cumplió, es porque el precio/calidad del bien pudo estar muy elevado o por el contrario muy bajo. En estas ocasiones hay que seguir las leyes de la economía y entender por qué esa relación potencial no prospero, en ultimas, si ambos estaban buscando cosas diferentes, ese contrato jamás se iba a cerrar, tomando en cuenta de que no existía tal punto de equilibrio tan necesario.

En otra perspectiva el punto de equilibrio es aquel donde la cantidad coincide con la cantidad producida y vendida, trayendo consigo un precio igualitario para el productor y el consumidor, en otras palabras, es aquello donde todos están satisfechos.

 De la misma forma en el “mercado del amor” la situación se presenta de manera similar, se acuerda dar algo para recibir otra cosa en contraprestación. Este equilibrio debe garantizar que ambas partes sientan ganas de continuar con el proceso de conocerse mutuamente y llegar a la etapa de “firmar el contrato” presentando derechos y deberes de una relación sentimental.

Como en cualquier negociación seguramente trataran de buscar mejores alternativas, es decir, bienes sustitutos, pero cuando elegimos y formalizamos es porque estamos convencidos de que por alguna razón queremos optar por establecer una relación con esta persona, esto sería nominado en el ámbito económico como “preferencias”.

¿Y cómo encontrar nuestras preferencias? ¿Es la búsqueda de amor, un acto de consumo? No se trata de ver el amor como algo material, sino como una decisión irracional donde las restricciones y preferencias juegan un papel importante, porque elegir es la clave.

Al realizar la compra de un producto el consumidor realiza usualmente tres parámetros: lo que quiere comprar, su restricción, lo que quiere con lo que puede adquirir; llevando así un proceso de optimización de recursos, siendo racional e inteligente teniendo presente que sus ganas de adquirir son ilimitadas pero sus recursos por el contrario no lo son, por tanto, busca un “bien” que le garantice satisfacción o bienestar, preferiblemente las dos cosas al tiempo. Igualmente sucede una vez más en “el mercado del amor”, se debería elegir una persona que nos brinde felicidad o algún tipo de beneficio. Si aquel pretendiente no cumple con al menos uno de estos dos requisitos, se debería replantear si nos encontramos con la persona adecuada.

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