Sociología Jurídica El Perfume
Enviado por Solución Financiera MLM • 1 de Febrero de 2017 • Ensayo • 740 Palabras (3 Páginas) • 529 Visitas
Sociología Jurídica
El Perfume
En el día a día de la vida siempre percibimos olores por doquier. Algunos agradables, otros que hasta nos ponen de mal humor y algunos simplemente son una mezcla que no podemos descifrar. Hay tantas experiencias olfativas disponibles que sería poco probable que un libro titulado El Perfume no las aprovechara. Damos por hecho que este no es el caso. En este libro, Patrick Süskind no solo logró utilizar el sentido del olfato como recurso literario, sino también nos muestra las características de dicho sentido, que muchas veces dejamos de un lado.
Desde el principio, El Perfume está lleno de descripciones. Desde el ambiente, los personajes, el entorno. Pero estas descripciones no son como en el resto de los libros, basadas solamente en características visuales. El autor nos ubica en Francia, en una época en la que “reinaba en las ciudades un hedor apenas imaginable para el hombre actual. Las calles apestaban a estiércol, los patios interiores apestaban a orina, los huecos de las escaleras apestaban a madera podrida y excrementos de rata…”
El personaje principal, Jean Baptiste Grenouille, nació con un sentido del olfato impresionante y además sin un olor propio. La historia gira entorno a su vida, y como los olores influyen en ella. También se puede percibir cosas más profundas como el deseo de aceptación, la búsqueda de identidad y la crueldad humana. El impresionante sentido del olfato de Baptiste le permitió percibir al mundo de manera diferente, lo que a veces dificultaba su comunicación con los demás porque nuestra lengua no sirve para describir el mundo de los olores. Y aun así el autor logra llevarnos a ese mundo con la historia mediante los olores, describiéndolos tan profundamente que podríamos incluso olerlos mientras leemos.
En la historia, el olor es una forma de identidad. Cada cosa tiene un olor específico y Baptiste tiene la capacidad de distinguir cada uno de ellos por separado incluso entre muchísimas fragancias. Cada objeto, persona, esencia, planta, animal, comida. Todo tiene un olor que lo identifica, que permite saber qué es aunque no lo estemos viendo. Menos Baptiste que nació con la habilidad de reconocer cualquier perfume, pero él no tenía un olor propio y esto lo frustraba, lo hacía diferente a los demás. No tenía esa identidad que da el olor y los demás lo notaban. El autor menciona que desde los otros niños sabían que Baptiste era distinto, le tenían miedo. Llego incluso a ser acusado, por la nodriza que lo cuidaba, de estar poseído por un demonio, debido a que no olía a nada en absoluto. Jean Baptiste no tenía olor, no tenía identidad. Podía oler cualquier cosa pero nadie lo podría oler a él.
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