Teorías Clásicas de las Relaciones Internacionales. Ensayo sobre “El Extranjero” de Albert Camus
Enviado por Ivan19971998 • 21 de Noviembre de 2018 • Ensayo • 1.035 Palabras (5 Páginas) • 181 Visitas
La importancia del individuo.
Ensayo sobre “El Extranjero” de Albert Camus
Estudiante: Fonseca Solano Michel Iván
Fecha de entrega: 23 de mayo de 2018
Materia: Teorías Clásicas de las Relaciones Internacionales
Profesor: Roberto Carlos Hernández
El principio esencial que caracteriza a cualquier sociedad altamente civilizada es el individualismo.
Parte de un estilo de vida en donde cualquier individuo es libre para pensar lo que quiera, para tomar decisiones y para actuar sin verse limitado por la interferencia, coacción y señalamientos de la sociedad.
Este precepto, los defensores de esta corriente afirman que el hombre posee una entidad independiente y soberana sobre las acciones que este realiza en su propia vida, y sostiene que el progreso social solo se puede reconocer en el reconocimiento de derechos individuales, quitándonos la falaz idea de los derechos de la sociedad sobre los del individuo. El típico error de los enemigos de la libertad, (particularmente de los estatistas) es que sostienen que un individualista piensa tomar acciones sin interesarle las consecuencias que tendría sobre los que lo rodean. Es totalmente erróneo este análisis, pues un hombre amante de la libertad y defensor del individuo antepone sus derechos individuales, pero al mismo tiempo conoce los límites que tienen sus acciones. Citando a otro existencialista por naturaleza, Jean Paul Sartre, "Mi libertad termina donde empieza la de los demás".
El pensar es un atributo del individuo, y creer que existe algún tipo de "cerebro colectivo" es sencillamente infame; el pensamiento colectivo no es deseable bajo ningún argumento, porque existe la ilusión de que el pensamiento puede entrar en una homogeneización, es decir, que todos piensen y actúen igual.
Y estos pensamientos individualistas, que algunos sensibles le llamarían "egoísmo", son los que sostiene el protagonista en la obra. Las acciones de Meursault nos reflejan los sentimientos positivos que profesa por la libertad, dándonos a entender que la libertad es algo esencial del ser humano, y el mantiene una libertad en cada aspecto de su vida, pues no está atado a una religión o no siente la absurda necesidad de tener pareja para sentirse completo. Sencillamente, no le da importancia a los dogmas no escritos por las sociedades, en donde se deben realizar actividades para entrar en una armonía social.
Y es precisamente el individualismo que le permite darle acceso a ciertos pensamientos que muchas podrían considerar extraños o hasta bizarros, como que casi ningún aspecto de la vida le genera emoción o el caso específico de la muerte de su madre; al personaje le importan poco los prejuicios morales con los que vive. Anteriormente, yo mencioné sobre el hedonismo político que deseo algún día las sociedades deseen tanto como yo, y en esta obra, Meursault es un partidario del hedonismo clásico, el término en dónde solo se busca el placer, importando poco el cómo se llega a ese placer; hasta podríamos decir, que el hedonismo es de las pocas razones que mantienen a este existencialista con vida.
Y es precisamente eso lo que defiende el individualismo y que los estatistas no logran comprender; que cualquier ser humano es capaz de buscar su propia tranquilidad de vivir, y si esta tranquilidad no le infiere a algún tercero, no tendría que ser tema de discusión en ningún aspecto. Claro está que el homicidio que perpetua el personaje principal en la obra es objeto de castigo, de eso no hay duda, pero lo sorprendente es que la sociedad utilice términos sentimentalistas para enjuiciar a un individuo, acciones que no tuvieron repercusión negativa en alguien más pero que una comunidad altamente tradicionalista considera inaceptable, tanto que el mismo abogado Meursault de pregunta: "¿Se le acusa de haber enterrado a su madre o de haber matado a un hombre?".
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