Tratado De La Desesperación
Enviado por YunCP • 28 de Junio de 2015 • 493 Palabras (2 Páginas) • 367 Visitas
“En lo que a mi toca, desde muy joven ha sido clavada una astilla en la cama. Si no hubiera sido por esto, hace tiempo que viviría la vida de todo mundo.” -Kierkergaard-
El punto de partida de la filosofía de Kierkergaard es la existencia del hombre ya que la valoraba muchísimo y tenía sensación de existir por solo un instante por lo que intento aprovechar al máximo su existencia y trasmitió todo lo que a través de ella iba descubriendo Se sentía elegido y predilecto de Dios y como tal, llamado a una vocación especial para descubrir verdades y trasmitir su inquietud a los demás.
Los verdaderos desesperados no son necesariamente los que se confiesan desesperados, sino los que ignoran su desesperación, los que ocultan a si mismos su desesperación y quienes quieren desesperadamente disponer de si mismos. La desesperación que se conoce y se declara deja puerta abierta a la liberación. De lo contrario puede transformarse en una enfermedad mortal.
La desesperación, es pues, dialéctica, ya que se abre a dos caminos divergentes: envuelve salvación y perdición, abandono y elección, verdad y mentira, eternidad y tiempo. Así, si la desesperación fuerza al alma a “desesperar en verdad”, absolutamente estará despierta en la consciencia de su valor eterno.
Soren trata de edificar al hombre a medida que plantea la restauración del valor del individuo ; en palabras de propio filosofo: ”el asunto es encontrar una verdad que sea cierta para mi, encontrar a idea por la cual yo sea capaz de vivir y de morir.”
Esta restauración, se ejerce sobre todo en el proceso de las etapas del hombre, la etapa religiosa, es el fin del avance.
En la filosofía Kierkergaardiana se observa la desesperación desde dos perspectivas: dentro de la etapa religiosa, la consiente donde el sujeto se plantea participe del mundo, pero de una forma espiritual; y la inconsciente, en la cual se sitúa en sí mismo, ocultando su sufrimiento. Es aquí donde se puede exponer a la desesperación bajo los términos psico-filosoficos declarados por Soren.
Para los hombres naturales, la desesperación se presenta en la pobreza espiritual. En lo más profundo de su ser vive la inquietud, el desasosiego, la desarmonía, la angustia como “una enfermedad sorda en el cuerpo”, es decir, el hombre no es consciente de la enfermedad que padece y con ello, no sabe que lo que cree mortalidad es parte de un proceso inconmensurable y el sujeto vive con una enfermedad a cuestas, padeciendo del espíritu.
La desesperación, de vez en cuando, suele dar alguna señal clara y repentina de su existencia en el ser mismo, sin que se tenga conciencia de la enfermedad y s origen, inherente al alma.
El sujeto tiene que reconocerse en el mundo como autosuficiente, pero no de manera hedonista, sino cargando las consecuencias de sus acciones; y es ahí, donde el “hombre desesperado” debe trascender
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