Troilo Y Cressida

La obra comienza con un discurso, en el cual Shakespeare muestra su forma de interpretar a una persona o cosa que está a cargo y por consiguiente al mando de algo; el discurso continua con unas palabras de autor en las que expresa con un poco de lenguaje metafórico, como las personas viven con una jerarquía incorrecta, en la que el expone que las personas no buscan trascender, sino que lo que hacen es dar un paso atrás como sociedad y como la persona propia, este mismo discurso termina con un texto interesante que dice “Troya resiste, no por su fuerza, sino por su debilidad”.

Después de esto da comienzo en si la obra como tal con la aparición de los personajes de Néstor y Agamenón, hablando sobre la fiebre (le llamaban fiebre a la jerarquía incorrecta con la que estaba actuando la sociedad y el ejército en ese entonces) que estaba apoderándose de su ejército, después comienzan a hablar sobre el Gran Aquiles y posteriormente sobre Patroclo, del cual no decían cosas muy buenas ya que era considerado como un completo burlón que solía hacer imitaciones burlonas para entretener a Aquiles, quien solía reírse de las burlonas imitaciones de Patroclo; con esto después Néstor compara a Ayax con el Gran Aquiles, su personalidad y su forma de demostrarse independiente, después de esto Ulises describe a estas personas como alguien sin la suficiente cordura para una guerra.

La obra continua con el encuentro de Eneas y Agamenón, en el cual Eneas viaja a Grecia en busca de Agamenón con una trompeta para disponer su espíritu a la atención necesaria para hablar con él, después de llegar a Grecia Eneas se da cuenta de que la persona que lo recibió al llegar a Grecia era el mismo Agamenón, el grande y respetado Agamenón, quien por los griegos solía ser llamado su jefe y general.

Eneas al darse cuenta de que era Agamenón, hizo sonar la trompeta para poder proclamar un mensaje de Héctor (hijo de Príamo), en el cual les hacía una invitación a los griegos que tuvieran una pareja a probar su gran amor en Troya, dejando que sus parejas y ellos se cambiaran con otras mujeres y hombres y allí demostrar cuanto se aman en realidad, este mensaje también decía que si ningún griego asistía él iba a tener el derecho de decir que las damas de Grecia no valen si quiera la rotura de una lanza…

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