UNIVERSIDAD SAN FRANCISCO DE QUITO Nombre: Diana Zaldumbide
Enviado por Diana Zaldumbide Paredes • 3 de Abril de 2017 • Ensayo • 1.335 Palabras (6 Páginas) • 269 Visitas
UNIVERSIDAD SAN FRANCISCO DE QUITO
Nombre: Diana Zaldumbide
Código: 00130811
Fecha: 23/02/2017
El otro
“El otro” es un cuento especialmente único en su obra, ya que se muestra con mucha claridad el lenguaje, estructura, técnica y temática que caracteriza a Borges. La trama del cuento, a pesar de ser sencilla, tiene muchos detalles e incertidumbres, ya que el Borges narrador tiene un encuentro consigo mismo en una banca de la cuidad de Ginebra. Uno de los Borges no llega a los veinte años, mientras el otro pasa ya de los setenta. Hecho misterioso y maravilloso que el Borges joven atribuye un sueño y el segundo escribe con el fin de olvidarlo.
El título es un detalle particular, que encierra toda la belleza de este cuento, puesto que Borges se refiera a esa versión joven de él como “el otro”. Y es que él y su otro “yo” son, dos personas definitivamente diferentes. El autor nos revela una esencia maravillosa, ya que nos muestra que nada es definitivo en la vida, es decir, que todo está en un constante proceso de cambio y cuando dos versiones de uno mismo chocan, se vuelve un acto traumático, difícil y temible para la persona.
El aferrarnos al pasado, a una relación o a cualquier otra cosa, se vuelve una carga tan pesada, que nos impide avanzar y disfrutar de la vida, por ende ver nuestro pasado es ver aquello que nosotros decidimos dejar, sea cual sea la razón. Vernos a nosotros mismos es un anacronismo que causa enajenación, ya sea que nos veamos en una fotografía, en un recuerdo, en una conversación, en una persona que vuelve a nuestra vida y trae con ella imágenes o recuerdos de aquellos que nos enfrenta a esa realidad que hasta se asimila absurda.
Borges no solo se encuentra consigo mismo en este cuento, también nos muestra la realidad de todos nosotros en el diario vivir, es decir, nuestro eterno chocar con lo que en algún momento fue y que no va a volver a ser igual; pero sobre todo nuestra necesidad indispensable de olvidarlo, ya que si no seriamos perseguidos por una versión falsa de nosotros, incapaz de comprendernos o nosotros a ella, tan solo aparece para provocarnos la terrible duda de si, en nuestro pasado, no habremos soñado alguna vez con esto en que nos hemos convertido.
Sin embargo, Borges también crea repentinamente en el lector una posibilidad de que podrá dar una aclaración lógica de lo sobrenatural o de lo fantástico, ya que se debe entender que el encuentro ha sido un simple sueño o una ficción que ha permitido al escritor reencontrarse consigo mismo, pero varias veces el narrador se lo dificulta (Vega , 2015). Es por eso que una de las cosas que más llama la atención al lector es la persistencia del narrador en certificar la claridad de su relato fantástico.
La creación de algo fantástico es algo común en los cuentos de Borges, ya que nos trata de explicar sus experiencias autobiográficas, siendo una técnica habitual, puede servir para dar mayor veracidad a lo contado, como explica Daniel Nahson (Romero, 2007):
“En la narración autobiográfica, un discurso documental puede no ser convincente y distanciar al lector del autor, mientras que el ficcional puede ser inspirador de confianza en el lector e investir al texto con ese carácter de verdad autobiográfica que el lector busca a veces recibir y que puede ser deber del autor proporcionar”
Lo fantástico es un hecho sobrenatural, el cual puede ser explicado en términos de origen natural o de algo sobrenatural, lo cual nos permitirá ver la existencia de otra resolución de cosas en el que las leyes naturales de origen pueden ser infringidas abiertamente, es decir, lo maravilloso (Vega , 2015). Sin embargo, cuando un fenómeno no puede ser explicado por ninguno de los dos sistemas, ósea, que no puede ser clasificado como extraño ni maravilloso, se trata de algo fantástico. Por lo tanto, lo fantástico seria la incertidumbre o la vacilación que se da cuando aparece esta anomalía, que nos brinda el origen natural como forma de habitar el mundo.
Al igual, se presenta dos conflictos con relación al hecho sobrenatural, es decir, la conjunción de dos espacios y dos tiempos diferentes a través de una banca de un parque, en la cual se encuentra Borges con sí mismo, o bueno, con el otro que fue él en el pasado. Una de ellas es a nivel de los personajes y la otra el nivel del lector (Romero, 2007). En lo que respecta a los personajes hay dos estados, uno en que el hecho sobrenatural es aceptado y el otro en que es explicado.
Se acepta la existencia de los sueños cuando ocurren cosas distintas, las cuales son regidas por otras causas que no se pueden explicar, solo aceptarse. Por ende, en este momento se acepta a la situación como una categoría de lo sobrenatural aceptado, sin embargo hay un momento de vacilación, ya que si el encuentro es tan real como la existencia, ¿Cómo es que el Borges viejo no recuerda haberse encontrado, cuando era joven, con él mismo ya viejo? (Vázquez, 2011)Para eliminar la incertidumbre del lector, Borges pone una artimaña con el intercambio de dinero, porque si el dinero permanece después del encuentro, no ha sido un sueño, pero si no es así, solo se trató de una pesadilla provocada por su subconsciente. A pesar de ello, inevitablemente Borges frustra esta artimaña cuando se rompe el billete y al ser arrojada la moneda de plata al rio, además cuando el mismo Borges deja de asistir al segundo encuentro con el otro por miedo.
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