Una novela de Lucie Dufresne
Enviado por dementor09 • 1 de Abril de 2013 • Resumen • 1.000 Palabras (4 Páginas) • 534 Visitas
Una novela de Lucie Dufresne, donde expone uno de los supuestos orígenes del Hombre-Dios, la autora bajo un estricto régimen histórico propone que Quetzalcóatl, era un navegante nórdico, un Vikingo, basada en los antiguos relatos y evidencia científica de la llegada de estos exploradores ya desde el año 1000 D.C, era bien sabido que después de Groenlandia, los vikingos tocaron costas norteamericanas, cerca de Nueva Inglaterra, incluso pequeños indicios de las costas de Florida, y la famosa isla sin caza (cuba), Dufresne basa su historia en algunas coincidencias sorprendentes, el Hombre-Dios era alto, de tez blanca, barba roja, y casco en la cabeza, encaja demasiado en las incursiones vikingas a estas nuevas tierras, una forma única de interpretar la leyenda de Quetzalcóatl.
Ari, el hijo natural de Erick el Rojo, y Melkof un esclavo cristiano, son llevados por un fuerte huracán a las costas de Veracruz, el impacto es igual de asombroso para los viajeros y los habitantes del lugar. Narrada de manera sencillas; Dufresne nos conduce al esplendor y poderío de Tollan, sus magníficas edificaciones, sus calzadas, sus costumbres y la bélica forma de dominar la meseta central de México, la formación del extranjero proveniente del norte, al ser tomado como la representación terrena del Dios Quetzalcóatl, que interpretan su llegada desde Venus, es instruido en la lengua local, en las ceremonias y la vida cotidiana, después de múltiples sucesos se consagra como el Rey de los toltecas, y expande la ciudad a los más altos niveles de cultura y arquitectura de la época. Convenientemente la autora cita al navegante vikingo como el mítico rey tolteca Cé Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl, que dado las fechas bien podría coincidir, (935 o 947) el esplendor de Tollan y su rey están siendo opacados por las faltas del hombre-Dios que humillado es expulsado a tierras bajas, con él una gran migración de fieles, guerreros y artesanos son conducidos a Chichén, una tierra que hereda el esplendor de ciudades tan impresionantes como Tikal o Palenque, los habitantes del lugar conocidos como Itzaes, han tenido el intercambio comercial durante años con Tollan, así que adoptan con relativa facilidad al enviado de los dioses, el culto a Kukulcán es presente únicamente en la etapa postclásica de los Mayas, de esta forma la aculturación tolteca-itzae es muy marcada, las nuevas edificaciones, las artesanías y en buena parte hasta la vida colectiva es similar a la ciudad tolteca, Kukulcán lleva a Chichén a un nivel de crecimiento sorprendente, sometiendo a poderosas ciudades vecinas, el comercio es abundante y la benevolencia de Chac es evidente, pero el hombre-Dios está envejeciendo, sus mejores aliados y amigos han muerto, al igual que su esperanza de construir una embarcación que logre llevarlo de vuelta a Tierra Verde, en su honor es construida la majestuosa pirámide a Kukulcán, pero Ari no está dispuesto a que la muerte lo sorprenda, manda a construir una embarcación digna de un dios, y se embarca con rumbo a Venus, a la morada de los Dioses en una serpiente de fuego, con la promesa de regresar.
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