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Unidad 1: ¿Para qué educamos? de A. Pérez Lindo


Enviado por   •  29 de Noviembre de 2018  •  Informe  •  2.432 Palabras (10 Páginas)  •  526 Visitas

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Unidad 1: ¿Para qué educamos? de A. Pérez Lindo (2009)

  1. Para comenzar a responder las cuestiones planteadas es necesario contextualizar brevemente la idea de educación y sus fines primarios, según Pérez Lindo: “…se espera de ella, de la educación, resultados que dependen de estructuras económicas, de políticas sociales, de procesos culturales o actitudes éticas de los individuos…” (pág.5); es decir, dependiendo de las diferentes corrientes de pensamiento filosófico, sociológico y económico la educación siempre fue cuestionada y criticada, acusada de identificarse y utilizarse como una herramienta de poder para las diferentes ideas e intenciones del poder dominante. Sin embargo, éste autor, en su libro invita pensar a la educación como la conformación de un proceso “pensamiento complejo” (cita a E. Morín) desde   una visión que amplíe y transversalice la realidad actual y también adjunta el concepto de “análisis multirreferencial” (J. Ardoino), entre otros autores. No obstante, lo que no se puede poner en duda, es que la educación es una transformadora social, la educación tiene la capacidad de cambio, ya que potencia las facultades humanas, sociales y culturales. Pero, lamentablemente, no es ajena a los factores condicionantes que la rodean. A pesar de todo esto, el filósofo Pérez Lindo dice “…Nuestros destinos, en última instancia resultan del reencuentro de factores sociales y de elecciones que dependen de nuestra libertar…” (pág. 4)   , o sea, cada individuo elije que ser.

En la actualidad y debido a los avances tecnológicos y a la globalización la conocida premisa de educar a los individuos para una vida de trabajo, donde las escuelas y universidades formaban personas con fines específicos priorizando la utilidad y olvidando la educación, está frente un gran problema; esa soñaba estabilidad ya no existe, hoy en día no se le puede asegurar a los individuos trabajo para toda la vida y ante esta nueva perspectiva, Pérez Lindo, contesta que hoy hay que educar para  enseñar, formar individuos que puedan asimilar los procesos educativos con un sentido válido y duradero.  

Hoy la tecnología es el gran desafío, ya que se ha adueñado de todos los espacios (familia, religión, comunidad). Pero, asimismo, el buen empleo de este recurso integra y da lugar a culturas antes excluidas y que hoy gracias a la tecnología  y a la globalización forman parte de un nuevo aprendizaje virtual que los conecta con el mundo.

¿Cómo podemos repensar la educación en medio de estas mutaciones que estamos experimentados? Es el interrogante que sé hace el autor y que no hace a nosotros también, ¿para qué educamos?, ¿cómo enseñar hoy?, ¿qué enseñar hoy? Indudablemente la respuestas deben salir del proceso de reflexión y análisis que cambien la mirada sobre las actuales practicas docentes, revisar la forma de leer al mundo “…repensar la educación con el horizonte de la construcción de ese nuevo mundo…”, reza Pérez Lindo .

A continuación se citaran varios ítem referidos a estos nuevos cambios en el paradigma educativo que son necesarios para repensar a esta nueva educación:

  • Desescolarización: otras formas de aprender fuera de la escuela, mediante las redes sociales. Este sistema virtual desafía la institución escuela. La globalización y la tecnología transforma en aburrida y obsoleta a la práctica pedagógica actual. La practicidad y la utilidad de la información recopilada responde y sacia la incertidumbre inmediata de lo que se busca “aprender”. Sin embargo, favorece al crecimiento del iletrismo, ya que es una función unilateral donde no hay intercambio de ideas ni retos lingüísticos.  Por tal motivo, el rol docente de mediador en esta etapa es crucial, intervenir en los procesos de selección y adecuación de contenidos, ya no se puede pedir al alumno que memorice y repita, si no que a hay que colocarlo dentro del proceso, cambiar el enfoque y que sea él el nuevo creador, crítico y colaborador dentro del proceso enseñanza aprendizaje.  
  • La edad escolar y la edad mental ya no son lo que eran: ya es bien sabido dentro de la historia de la pedagogía que al niño se lo dividía en ciclos según edad, y que para esto recurrían a una variedad de test que avalaban dicha disposición etaria. En Argentina y según un estudio sobre la población infantil, demuestra que a pesar de estar expuesta durante largos periodos a diferentes fuentes de información de todos tipo, existe un importante “retraso escolar” con referencia a la comprensión de textos y su posterior reproducción y lo mismo ocurre en el área de la matemática. Si bien, por un lado, la tecnología crea niños más maduros mentalmente cognitivamente; por el otro retrasa y excluye a otros. Sobre los primeros es muy común ver en las universidades a niños de entre 12 y 15 años transitar los pasillos de las universidades. De igual forma y sin ir más lejos, este sistema rígido y clasista dentro de las escuelas no permite a niños intelectualmente más preparados que sus pares acceder a un grado superior ya que su edad no estaría correspondiendo con la norma. Esta problemática plantea al docente un gran desafío educativo, puesto que, esos niños necesitan ser estimulados para no caer en el aburrimiento y la frustración. Otro punto interesante es el concepto de “educación permanente” hoy felizmente, es muy común ver aulas de nivel terciario y universitario poblada por la más diversa franja etaria, individuos de 20 años conviviendo con otros de 30, 50, 70 años en un mismo espacio, es imposible no apreciar el intercambio de capital cultural que se desarrolla en esos ámbitos.
  • Internacionalización educativa: las tecnologías junto a la globalización hacen que más gente de diferentes lugares pueda acceder al conocimiento desde su casa. Principal aliado de las culturas minoritarias, éstas han logrado crecer y proyectarse incluyéndose en el mundo que los tenia olvidados. 
  • Explosión del conocimiento: en contraposición a los habituales planes de estudios donde el conocimiento poseía una relativa estabilidad hoy, los nuevos adelantos   científicos y tecnológicos desarrollan sus teorías rápidas y dinámicas que necesitan ser revisadas casi diariamente. Esta nueva arista educativa plantea un reto dentro del rol docente, el de estar continuamente informado. Es el momento de que internet como memoria exogámica se convierta en una herramienta al servicio del conocimiento. .

En resumidas cuentas y para cerrar esta primera parte se podría decir que: la pedagogía es la disciplina que se ocupa de los procesos de enseñanza aprendizaje. Es decir, su objeto de estudio es la educación y las formas de organización de la misma para procesos cognitivos que involucran a los alumnos. Entonces, es inherente a esta práctica desarrollar, el cómo enseñar, cómo transmitir el conocimiento y elegir las estrategias adecuadas para cada fin.  Las teorías de la educación suponen un proyecto de sociedad, a pesar de que hoy en día no estaría muy claro este proyecto social, desde el rol docente dentro de las aulas no se pueden perder los objetivos primigenios de la educación que son entre otros; luchar contra la ignorancia en todas sus formas. Sostener y no resistir el cambio que produce la tecnología dentro de las aulas, un mundo saturado de información necesita más que nunca estudiantes autónomos que puedan resolver problemas y brindar nuevas soluciones y que posean pensamiento crítico. Sin embargo, todo esto no es posible sin un docente mediador del conocimiento. Que a la vez pueda ser reflexivo y crítico de sus propias prácticas, entendiendo la pedagogía como un continuo cambio.

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