Vlad Síntesis

Vlad

Síntesis

El señor Navarro y el señor Dávila discutían sobre el extraño comportamiento de su jefe Zurinaga, pues desde hace un año no salía de su casa. Todos en el bufete cuestionaban su ausencia y cada día esperaban nerviosos su regreso, prometía que volvería pero nunca lo hacía. Hasta que un día llegó, alto, encorvado, con un viejo abrigo y sombrero de fieltro totalmente pasado de moda. Entró a la oficina con el andar y la tos características del licenciado Zurinaga, pero todos sabían que no era el verdadero, porque acababan de terminar una llamada telefónica con él solicitando que Navarro lo visitara en su casa.

Cuando Navarro se presenta en casa de su jefe, Zurinaga le encomienda la tarea de buscarle casa a su mejor amigo aprovechándose de que su esposa trabajaba en una agencia de bienes rices. La casa debía colindar con un barranco y tener acceso a él por medio de un sótano; una vez adquirida, debía mandar tapiar todas las ventanas y poner coladeras por toda la casa.

El día que la casa estuvo lista, Navarro acude a ella para finalizar el papeleo y entregarla a su nuevo dueño, el Conde Vladimir Radu (Vlad para los amigos). El conde Vlad, era un hombre fuera de lo común, vestía todo de negro, su cuerpo era extremadamente flaco pero con una cabeza grande, y una extraña palidez.

Durante la entrega de la casa, Navarro y el conde Vlad conversan y se dan cuenta de coinciden en varios aspectos de sus vidas, ambos son franceses y tienen una hija de la misma edad. El conde se alegra al saber de sus coincidencias con Navarro y le expresa el deseo de conocer a su familia y de que sus hijas se vuelvan grandes amigas.

Una vez en casa, Navarro cenó con su familia y al día siguiente descubrió que su esposa no estaba, preocupado llamó a la agencia y después de comprobar que su mujer se encontraba ahí, se dispuso a alistarse para ir a trabajar.

Ya en el bufete, Navarro recibe una llamada de su jefe pidiéndole visite esa misma noche al Conde Vlad, sin más opciones, Navarro se compromete a ir.

Al llegar a casa de Vlad, el mozo le informó a Navarro que el conde se encontraba en su cuarto dándose un baño, y le indicó que subiera a su encuentro. Al subir, Navarro se percató que no había espejos en la habitación, notó que la puerta del baño estaba abierta y dudó en entrar, pero una voz áspera lo invito a pasar. Vlad salió de la ducha, abrió la puerta y se mostró desnudo, era un esqueleto con carne, su cuerpo, blanco como el yeso, no tenía ni un solo pelo. Al encontrarse con Navarro, Vlad le pide le alcance su bata de baño, de inmediato descuelga la bata, pero se sorprende al ver que debajo hay una foto de su esposa Asunción y de su hija Magdalena. Navarro, aunque extrañado, trata de disimular su reacción mientras que Vlad lo invita a quedarse a cenar. Navarro acepta y pide a Vlad lo deje hacer una llamada telefónica para explicarle a su esposa que no llegará a casa para la cena.

Durante la llamada telefónica, Asunción comenta a Navarro que su hija Magdalena se quedara a dormir en casa de una amiga a celebrar el cumpleaños de una compañera.

Cuando el Conde y Navarro bajan a cenar, el mozo les sirve un plato con hígados, riñones y pellejos.

Durante la cena se desencadena una conversación demasiado confusa entre Vlad y Navarro, porque Vlad le manifiesta su desagrado por la comida, por la ciudad y la diversidad social de México, lo que hace que Navarro se pregunte: qué sería lo que hizo que Vlad comprara una casa justo en la ciudad de México, si le desagradaba tanto lo que hay en ella.

Navarro despertó al día siguiente en una de las camas que había en la enorme casa, sin recordar bien lo ocurrido la noche anterior. Se dispuso a salir de aquella casa y buscó la salida, pero todo era como caminar en un laberinto, no dejaba de toparse con cuartos deshabitados. Cuando al fin encontró los escalones, bajo sin hacer ningún ruido, entró a una cocina desordenada, apestosa a sangre y mugre, fue tan grande el impulso de salir corriendo de ahí, que sin querer descubrió una pasadizo el cual conducía a un túnel lleno de ataúdes. La curiosidad

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