Análisis El silencio de los inocentes

El silencio de los inocentes

Intentar separar un arte de otro es casi como intentar separar a un par de siameses, quizá se podría llegar a lograr, pero sería solo parcialmente, puesto que siempre quedaría incompleto. Las artes, desde que el ser humano las ha concebido se complementan las unas a las otras. En este caso —hablando de literatura y cinematografía— son dos artes que rara vez se separan, puesto que la primera por medio de la palabra escrita va formando imágenes en la mente del lector, al grado que puede hacer que llore, ría, se indigne, se compadezca y se emocione en medidas inimaginables. El cine por otro lado es tomar esas palabras, esas historias y encaminarlas a una adaptación para que así más personas puedan conocer la percepción del director y el equipo creativo de dicha película. Si bien la literatura es mucho más antigua que el cine, es precisamente éste el que necesita del arte literario para innovarse y así poder estar en vanguardia y no tener siempre las mismas tramas, es así como lo comenta el guionista y director de cine Gonzalo Suarez al decir que “La literatura no ha necesitado del cine para crear imágenes. Por el contrario lo que llamamos cine es dependiente, lo queramos o no, de las estructuras literarias”.

Al decir que cierta película está basada en una obra literaria es de esperarse largas discusiones entre críticos, personas comunes y seguidores declarados de dichas obras, aunque está de más decir que es muy diferente y no se pueden juzgar bajo los mismos criterios.

Una muestra de esta intertextualidad es entre la obra “The silence of the lambs” de Thomas Harris, publicada en 1988 y el filme “El silencio de los inocentes” en 1991 bajo la dirección de Jonathan Dime.

El silencio de los inocentes, es una de las películas recordadas como “Las mejores de los años 90”  y una de las actuaciones más recordadas de sus protagonistas; Anthony Hopkins y Jodie Foster. Se trata de una historia en que la agente Clarice Starling (Foster) que se encuentra en un capo de prácticas para entrar al FBI, por lo cual su jefe le manda llamar para decirle que tiene la misión de acercarse al antropófago doctor Hannibal Lecter, que se encuentra recluido en una prisión de Baltimore, para así poder dar con un asesino serial conocido como Buffalo Bill (Ted Levine) quien mata exclusivamente a mujeres, de ciertas características físicas. Desde las primeras entrevistas Lecter decide cooperar con Clarice y le comenta que Buffalo Bill está planeando su próximo asesinato y efectivamente es así, puesto que tiene secuestrada a Caterine Martin (Brooke Smith) la hija de una diplomática, a la que mantiene en un pozo en una residencia alejada. Lecter comienza por dar la descripción física del sujeto, que fue en tiempo pasado su paciente. Por su parte la policía sigue haciendo sus propias investigaciones a parte de Starling, pero erróneamente. Es por eso que mientras el FBI acecha la casa equivocada, Starling acude al lugar correcto, poniendo en riesgo su vida y la de la misma Caterine, que ha conseguido ganar un poco de tiempo amenazando al asesino con liquidar a su perrita que logró, mediante una trampa, hacer caer en el pozo en que ella se encuentra recluida. Después de momentos de suspenso, Starling logra liquidar a Buffalo Bill y es rescatada por la policía. Se descubre que el travesti, tenía su guarida en Chicago y, tal como lo dedujo Lecter, se trataba de un homosexual, con trastornos mentales y daños psicológicos desde la infancia y es así como se demuestra al darnos cuenta de que siempre tuvo el ferviente deseo de ser una mujer y de mantener relaciones sexuales con otros hombres, con frases utilizadas por el mismo mientras se maquilla y se coloca una peluca frente al espejo, así es como también se deduce que después de todo, lo que quería el asesino de sus víctimas era su piel, pues con ella se fabricaba una especie de traje de mujer, es por esto que solamente secuestraba a mujeres de ciertas características físicas y las sometía a rigurosos procesos de alimentación, tratando con esto de que su piel “aflojara” y fuera apta para sus perversos fines. Es así como se tiene la concepción de una transición semejante a la de una mariposa, que se vuelve “bella” después de haber estado en un capullo.

Es aquí donde entra la intertextualidad con el afiche de dicha película, que se muestra a continuación[pic 1]

Tomando en cuenta el sistema semiótico se puede hacer un análisis en el que nos damos cuenta que en el afiche aparece un rostro de mujer, pero da la impresión de que podría ser el rostro de dos personas diferentes, puesto que por los efectos de luz, los rasgos faciales parecen no ser compatibles. Se muestran dos ojos de color rojizo, con diferentes enfoques de luz, haciendo que uno se vea más femenino que el otro y en vez de boca aparece una mariposa de color amarillento y patas y alas extendidas, en el centro de la misma se encuentra una calavera formada por diversos cuerpos de mujeres desnudas, en este caso dicha mariposa se encuentra figurando como un silenciador, mostrando así la tendencia, de acuerdo con el título, de silenciar y censurar. Además de que las mariposas en diversas culturas son vistas como símbolos de mala suerte y augurio de muerte. En otro aspecto se puede ver la mariposa como un aspecto de metamorfosis, muy de acuerdo con la trama de la película y las intenciones del asesino serial Buffalo Bill de ser una mujer. Además de esto se muestran diversos aspectos dignos de tomar en cuenta, como que los poros de la nariz también parecen incompatibles, lo que da a pensar que quizá puede ser por el efecto de luz o efectivamente, se trata de dos personas o personalidades distintas. Una parte del rostro, por la misma luz se ve carente de rasgos faciales como mejillas y mentón, por otro lado la otra parte maneja ambos rasgos marcados.

En el cartel el texto es casi nulo, pues todo se encuentra en la parte inferior al rostro de Foster, las letra son pequeñas y no son colores que desvíen la atención de la imagen. Se lee el texto “Jodie Foster/Anthony Hopkins/Scott Gleen”, debajo de esto, con letras anaranjadas, similar al tono rojizo de los ojos en el rostro anterior y en minúsculas se encuentra “The silence of the lambs”, con la leyenda “Basada en el escalofriante Best Seller” debajo. Por último encontramos los créditos del filme.

Aquí se muestra muy claramente los aspectos sociales relacionados con la feminidad, es por eso que a pesar de no estar muy claro el rostro de la persona se le atribuye a una mujer, por aspectos que se han marcado como femeninos, como podría ser ojos maquillados, nariz de rasgos finos, cejas arqueadas, pómulos y labios. Pero aquí entra en contradicción, puesto que los labios de dicha persona jamás aparecen, están siendo tapados por la mencionada mariposa y el resto de los rasgos se ven omitidos también por los efectos de luz, que a su vez pretenden dar al espectador una ilusión de “bien y mal”, como lo veremos a continuación.

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