CRÓNICA DE UN VERANO

Un documental con una estructura y realización bastante peculiar dada su diferente manera de adentrarse en el tema que se aborda. Se podría decir que “Crónica de un Verano” es producto de un experimento fílmico documental llevado a cabo por el sociólogo Edgar Morin y el antropólogo y cineasta Jean Rouch quienes tratan de encontrar el retrato más fiel y real de las personas que están frente a cámara, siendo esta última el centro e iniciador del fenómeno.

La estructura con la que cuenta se podría catalogar de diferentes maneras, pudiera ser cronológica respecto a las fases del experimento en las que se encontraban, o bien, pudiera ir de lo específico a lo general, presentando en primera instancia a los personajes de manera individual y llevándolos hasta un punto de convergencia y dinamismo conjunto. Los bloques temáticos podrían catalogarse de la siguiente manera: Presentación, contextualización, empatía, contextualización grupal, revelación del contenido y comentarios finales.

El hecho que esta película cominece mostrando a un par de jóvenes haciendo un sondeo sobre la felicidad hace especular al espectador sobre la trama central del filme, sin embargo, al final es cuando nos damos cuenta que el enfoque principal es totalmente diferente al planteado, por lo que el propio espectador puede ser también parte del experimento y este termina cuando él mismo analiza la situación y las reacciones por las que acaba de pasar. En lo personal, soy aficionado y apasionado del cine interactivo, por lo que detalles como este me atraen bastante dada la reflexión que hay después de la visualización del material. Durante la reproducción de la película es posible que llegue a empatizar un poco con los contextos individuales, pero ello no causa la misma emoción en mí que al darme cuenta que yo fui parte y caí en “el engaño” de la trama planteada en un principio.

Pese a sus puntos a favor, encontré ciertas distracciones en los planos que se utilizaron para envolver las escenas de entrevistas. El emplazamiento de la cámara para lograr diversos planos es un toque muy del ámbito de ficción y poco visto en documental, esto sin referirme al B-roll sino a aquellos diversos planos de los personajes que se tienen en cada entrevista, dan la ilusión que hubo mucho tiempo para reencuadrar y planear, lo que, da indicios de ficción y no ser totalmente documental.

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