Reseña whiplash

Reseña whiplash

“Si no tienes habilidad acabas tocando Rock” se alcanza leer en un póster colgado en la habitación de Andrew Neiman, protagonista de Whiplash, película que habla acerca de cómo la motivación, dedicación y pasión se pueden transformar en obsesión.

Estar en uno de los conservatorios más prestigiosos del mundo no es cosa fácil. Para comenzar,  además de ser algo de por si muy obvio, necesitas talento. Esto, sin embargo, no siempre va a ser suficiente. Se requiere de exigencia, perfeccionamiento y superación de la técnica como trabajo de cada dia. Terrence Fletcher, profesor y director de la orquesta de Andrew, creía firmemente en esto y por eso lleva a sus alumnos al borde del abismo psicológico con la finalidad de explotar su máximo potencial, y crear –por así decirlo– al mejor músico (o uno de los mejores) de todos los tiempos. Se puede sentir el nerviosismo que invade a los chicos del conservatorio Shaffer durante los ensayos y va en crescendo en las presentaciones en vivo. La actitud de Fletcher es hostil y al mismo tempo irónica con la intensión de, aparentemente, nivelar la tensión que invade las secuencias de su dirección orquestal, algo de lo que no estoy personalmente muy seguro de que sirva poniéndolo en un entorno y aplicación real, pero parece que en la película si pudo dar sus frutos.

Whiplash es un concierto. Una gran cinta que provoca en la audiencia una sensación de estar viendo una gran obra o una producción de un buen músico, lo que genera que quieran pararse de su asiento y, literalmente, aplaudir al final.

...