Tinta Roja es una novela escrita por Alberto Fuguet

Tinta Roja

Por Laura Bujato Cuao

Tinta Roja es una novela escrita por Alberto Fuguet, publicada por Alfaguara en el año 1998 y llevada a la gran pantalla por Francisco José Lombardi. Protagonizada por Gianfranco Brero, Giovanni Ciccia y Fele Martínez. La historia relata la vida de un joven estudiante de periodismo llamado Alfonso Fernández, un pasante que llega al diario El Clamor con las expectativas de ejercer en la sección de Entretenimiento, a falta de una cultural en el periódico y con el sueño de ser escritor. Sin embargo, por azares del destino se encontró siendo asignado a la sección policial.

A partir de ese hecho, la historia comienza a desencadenar una serie de eventos en el que el joven guiado de la mano del experimentado jefe Saúl Faúndez, comienza a percatarse de la verdadera naturaleza del oficio periodístico,  a darse cuenta de la realidad tan distinta que vive un periodista, de que los métodos aprendidos en la universidad no siempre son aplicables en la práctica y por sobre todo de que “El periodismo es como la prostitución, se aprende en la calle.”

Desde la comprensión de esos hechos, Fernández comenzó a entender finalmente, y después de colisionar de muchas formas juicios,  que su verdadera labor en el Clamor consistía en hacer a los muertos noticia, en acercarse a las personas en estado de vulnerabilidad causados por la pérdida o algún suceso doloroso, para sacar información y hacer de esta una historia con la que los lectores se sientan identificados, aunque tenga que desprenderse de sus saberes y sus principios en el proceso.

Tinta Roja es una película que muestra la realidad que se vive al ejercer el papel del periodista, mostrada desde la óptica del periodismo amarillista, pues desde el comienzo se puede observar como el personaje va evolucionando y desprendiéndose de esos valores morales y principios que son enseñados a lo largo de la carrera para ser un buen periodista, como lo son: el contraste de fuentes, la veracidad, la objetividad y demás.

Así mismo, muestra una trama sorprendente y brutalmente realista  y hasta cierto punto desgarradora, en donde los sentimientos son usados como fuente de información que les da de comer a muchos personas que se dedican a este tipo de periodismo, muestra las dos caras de la moneda y la siendo la falsedad de una de ellas, siendo usadas para venderle al lector morbo en un titular.  

Por otro lado, también muestra lo complicado que es la labor del periodista, el tener que conseguir una historia, una exclusiva a costa de métodos inhumanos. Ésta película deja un sabor  amargo para el espectador, ya que describe, la parte desalmada del oficio del reportero y enseña, de manera cruel, una lección de periodismo, un ejemplo de ello es el personaje Saúl Faúndez, un experto sensacionalista en sacarles información a las mujeres, machista y conocedor empírico de su oficio

 “Contamos historias. Relatamos hechos… Le sacamos jugo a la realidad. Olemos el sexo, la sangre, el poder, la envidia, la venganza. Todo hecho, hasta los económicos, posee esos ingredientes. Si hay un humano involucrado, hay una historia. Quiero detalles, secretos. La gran diferencia entre los diarios blancos  y los amarillos, pendejo, es que nosotros podemos publicar lo que queremos, porque nadie importante nos lee.”

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