Analisis pelicula Brazil

Parcial: Análisis Película Brazil

‘’Brazil es una película británica de ciencia ficción de 1985 dirigida por Terry Gilliam y protagonizada por Jonathan Pryce, Kim Greist, Ian Holm, Bob Hoskins y Robert De Niro.^[1]La pelicula transcurre en un mundo futurístico, donde se plantea una sociedad emergida en un mundo de máquinas, que lo hacen todo, pero que en realidad no sirven del todo bien. Por otro lado, la burocracia y el totalitarismo que se da, donde los humanos son alienados y deshumanizados, donde en vez de formar redes, es funcionalista e individualista. Donde la tecnología se transforma en el centro y el ser humano pasa a un segundo plano, ya que las maquinas controlan todo.

La organización de la película tenía claramente un modelo centralizado, es decir, un lugar donde no existía autonomía, ni libertad, donde las decisiones eran nulas. Tan sistemático que el trabador solo tenía una función que realizar, sin importar las funciones de los demás. Por ejemplo, la mosca que fue la culpable de un simple error como cambiar un apellido, lo cual ocasiona graves consecuencias, lleva a la muerte de un inocente. Y a la hora de responder por el error cada quien se lava las manos, y eso significa que no hay comunicación, no hay redes ni mucho menos roles.

El protagonista de la película Sam Lawry vive en dos mundos, entre lo real y lo irreal. Donde sueña ser libre y lo que demuestra que para él su realidad no le satisface, pues el desprecio hacia el trabajo va más allá del egoísmo de clase o un prejuicio asociado a la degradación social, es decir, si todos los instrumentos pudieran cumplir su cometido obedeciendo las ordenes de otro o anticipándose a ellas, los maestros no necesitarían ayudantes ni esclavos los amos’’. Esto quiere decir, que las maquinas más que ser las mejores amigas son las enemigas del ser humano, puesto que, lo traspasa y ya no hay control sobre ellas, el control es ejercido sobre el ser humano, se convierte en esclavo de ella, al punto en el que queda devaluado e invalidado. Las maquinas con la idea de ‘’hacerlo todo’’ condeno al trabajador y lo convirtió en su víctima. Es clara una falta de identidad, por ejemplo Sam Lawry acepta el ascenso de cargo (aunque por un fin que era el de perseguir la chica de sus sueños) pero no se siente parte de el. Por lo tanto, su felicidad solo estaba en sus sueños y en su mundo de fantasía. El trabajo se transforma en un mundo caótico, donde los trabajadores serian instrumentos de producción. Y la producción, la riqueza de unos pocos.

Siguiendo esta línea, pensando en la ‘’ética del trabajo’’^[2]. En esta organización y en este mundo distopico, las leyes, y la normativa por la que se rige ve a  los seres humanos como una mercancía, y la mayoría de la gente tiene la capacidad de trabajar, y solo el trabajo cuyo valor es reconocido por los demás tiene el valor moral consagrado por la ética del trabajo, y el que no esté de acuerdo a esta será castigado o será un rebelde (terrorista). Así, ya nada hay en la civilización que presente un criterio de moralidad. Es decir, es moralmente indiferente y esta ‘’ética’’ no es más que el instrumento de manipulación, puesto que el ser humano tiene dos opciones, trabajar o morir.

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