Antes Del Español ¿Qué Se Hablaba?
Enviado por nicolfe • 20 de Junio de 2013 • 1.061 Palabras (5 Páginas) • 457 Visitas
Quizá la primera palabra que dije fue ¡MAMÁ! o tal vez ¡PAPÁ!, pensando que era la única lengua en el mundo. Nunca me pregunté cómo aprendí a hablar la lengua española y tampoco imaginaba que sus orígenes se remonten a finales del siglo III a.C en la península Ibérica. La lengua que aprendí –español, lengua madre–, hace parte de una familia lingüística del indoeuropeo, denominada lenguas romance, pues son el resultado de la mezcla entre sustratos y superestratos desde antes de la Invasión de los romanos en la península ibérica. Pero, ¿Cuáles son esas lenguas que aún tienen sus rastros en el español? ¿Cómo surgieron y Por qué?
Todo empezó con la lengua ibérica y la lengua y la escritura tienen una estrecha relación con el comercio en el contexto histórico que rodea la llegada de estas a la península. Pues, los primeros documentos hispánicos son inscripciones foráneas, escrituras en babilónico y egipcio, ya que las grandes potencias de la época (fenicios y griegos, púnicos y romanos) llegaron a las costas de la Península para obtener materias primas. Pero este contacto entre nativos y comerciantes ocasionó un nuevo alfabeto, el cual se adoptó luego a las lenguas de los pueblos prehispánicos. Por esta razón, todas las escrituras prerromanas hispánicas proceden de alfabetos foráneos y esa es la relación que tienen las escrituras peninsulares entre sí, pues era permeable y adoptaba todas las nuevas formas que llegaban. Xose A. Padilla reconoce que el ibero no es una lengua nativa sino una Koiné* utilizada por los comerciantes como forma de intercambio.
Lo que se inició a finales del siglo III a. C. como una estratégica para obtener materias primas y mercenarios para las contiendas en las costas de la península, luego pasó a ser la invasión de la Península Itálica por Aníbal durante la Segunda Guerra Púnica. Una invasión que logró un extraordinario desarrollo en la cultura, la escritura y la lengua ibérica. Sin embargo, Roma aún tardaría casi dos siglos en dominar la totalidad de la Península Ibérica, debido principalmente a la fuerte resistencia que los pueblos del interior (celtíberos, lusitanos, astures, cántabros, etc.) ofrecieron a los invasores. Durante dos siglos, las guerras fueron intermitentes, tras los cuales las culturas prerromanas de Hispania fueron casi por completo exterminadas. La Romanización logró que un amplio territorio de la antigua Europa comparta una misma base social, cultural, administrativa y lingüística, se adoptó el latín como lengua oficial de la región.
Los romanos llegaron a la Península Ibérica en el año 218 a.C., y encontraron una tierra en la que se hablaban diversas lenguas. A estas lenguas las llamamos hoy prerromanas, y las principales eran el celtíbero, el vasco, el ligur, el lusitano, el íbero y el tartesio.
Con la llegada de los romanos y la latinización lingüística de toda la Península (excepto del norte, que siguió hablando vasco), todas estas lenguas dejaron de hablarse, pero se resistieron a abandonar el mundo sin dejar algunas muestras de su existencia. Por ejemplo, términos como vega, barro, carrasca, páramo, balsa, losa o arroyo; tienen un origen previo a la llegada de los romanos. Son, pues, palabras prerromanas.
La latinización –adopción del latín–, no fue un proceso agresivo ni forzado, simplemente bastó el peso
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