Análisis de Película (El Señor de las Moscas

ANÁLISIS DE PELÍCULA | EL SEÑOR DE LAS MOSCAS

La película muestra esencialmente a un grupo de infantes, entre los 6 y los 14 años aproximadamente, todos pertenecientes a una especie de escuela o academia militar. La trama da inicio cuando su avión se desploma, o al menos eso es lo que llegan a mencionar los propios niños. Los restos del mismo se pierden en el océano y ellos quedan varados en una isla cercana, por la noche.

Los días comienzan a pasar, y los niños primeramente se preocupan por la consecución de recursos que les permitan sobrevivir: agua, comida y refugio.

Dentro del grupo surgen 2 figuras de autoridad bien definidas, aunque la segunda nace para competir con la primera, dando como resultado una división entre los niños. Esta división marcada rompe con la asociación entre los infantes, dejando 2 bandos.

Los bandos que se pueden observar están claramente definidos en su actuar por sus respectivos líderes, pudiendo clasificarse en 2 tribus:

• Tribu A: Sus prioridades pretendían llevarlos a ser rescatados, estando ellos convencidos que no debían enfocar ni sus recursos ni sus energías en establecerse en la isla, sino en conseguir ayuda y salir de ahí.
• Tribu B: Esta tribu resultó de la primera, por lo que no fue creada al mismo tiempo. Sin embargo, durante el transcurso de la trama, logró dominar la isla y a la tribu A. Sus objetivos eran claros, y diferían claramente de su competencia, ya que ellos pretendían concentrar y trabajar para establecerse en la isla, destinando sus recursos y energías en la obtención de alimento, dejando la posibilidad de ser rescatados a un lado.

En cuanto al comportamiento general de los niños, se pudo ver una transformación tanto en conducta como en motivaciones, la necesidad de supervivencia en su situación obligó a su organismo a colocar a los instintos sobre los actos conducidos por la razón.

Naturalmente, la agresión es una herramienta (a diferencia de la violencia, que más que una herramienta es un socialmente inaceptable) que le permite al ser humano sobrevivir, es hasta cierto punto necesaria también para la construcción del concepto de roles de autoridad, y es precisamente en la infancia cuando esto sucede. Es también prudente remarcar que los niños buscaron en todo momento una figura de autoridad, primero, en la esperanza de tener un adulto con ellos, y segundo, en la formación de una sociedad propia creada entre y para ellos, para la cual necesitaban de un líder.

El impacto psicológico de vivir aislado en una isla, acompañado o no, debe ser muy grande, incluso hasta el punto de generar una perturbación en la misma constitución psicológica y emocional de una persona, por lo tanto, su conducta mostrará rasgos anormales que, al menos en este caso en particular, traerá consecuencias personales y a nivel de grupo.

Anteriormente se mencionó que los instintos imperaban sobre los actos de razón en estos infantes, por lo tanto, las nociones morales (que son constructos sociales) fueron abandonados, provocando así que los actos cometidos en algunos escenarios llegaran a ser brutales ante la perspectiva moral y social, y de forma bivalente, necesarios para la supervivencia, lo que, repito, era una prioridad.

Todo lo anterior es importante para analizar un escenario final, común para cada uno de los niños, su regreso a casa. Su reintegración a una sociedad civilizada seguramente sería difícil, en especial para aquellos que se vieron involucrados en actos de violencia con consecuencias fatales. Definitivamente se tendría que trabajar en una reestructuración de sus constructos morales, así como la elaboración de un recuento de hechos para que cada niño fuera consciente de lo que pasó, de lo que hizo, y de las consecuencias que esto último trajo para él y para los demás.

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