Análisis de la película "Báilame el agua"
Enviado por valery007 • 4 de Abril de 2013 • Reseña • 1.201 Palabras (5 Páginas) • 882 Visitas
Báilame el agua es una película española del año 2000 dirigida por Josecho San Mateo, basada en la novela homónima de Daniel Valdés, que también fue quien adaptó el guion.
Índice [ocultar]
1 Sinopsis
2 Poema
3 Poemas del libro
4 Otros personajes
5 Nominaciones
6 Premios
7 Comentarios
8 Enlaces externos
[editar]Sinopsis
David (Unax Ugalde) y Carlos (Juan Díaz) son dos chicos veinteañeros, vagabundos, que viven en las calles de Madrid, tocando música en el metro, durmiendo en bancos y compartiendo la vida con aquellas personas que, al igual que ellos, por distintas razones están en la calle. David es un chico introvertido, con un inmenso mundo interior que apenas sale a la superficie a través de su poesía. Un día David ve a una chica (María - Pilar López de Ayala) en el metro que le deja fascinado y tras varios días observándola, decide regalarle una de sus poesías escrita especialmente para ella. A partir de ese momento, David y María vivirán una dilatada historia de amor contextualizada en el Madrid más sórdido y cruel, un mundo de pensiones baratas, drogas y prostitución, donde la inseguridad y el miedo se enfrentan al amor que hay entre María y David. Un descenso a los infiernos que cada día se cruza con cada uno de los que vivimos en las ciudades de un país que, como dijo Manuel Vázquez Montalbán, no hizo a tiempo la Revolución industrial.
[editar]Poema
Este es el poema que David regala a María el día en el que se conocen, y por el cual surge el resto de la historia. Dará nombre a novela. En la película, es recitado por David (Unax Ugalde) en la escena final, a petición de María (Pilar López de Ayala).
Bailáme el agua
Úntame de amor y otras fragancias de tu jardín secreto.
Riégame de especias que dejen mi vida impregnada de tu olor.
Sácame de quicio.
Llévame a pasear atado con una correa que apriete demasiado.
Hazme sufrir.
Aviva las ascuas.
Ponme a secar como un trapo mojado.
No desates las cuerdas hasta que sea tarde.
Sírveme un vaso de agua ardiente y bendita que me queme por dentro, que no sea tuya ni mía, que sea de todos.
Líbrame de mi estigma.
Llámame tonto.
Sacrifica tu aureola.
Perdóname.
Olvida todo lo que haya podido decir hasta ahora.
No me arrastres.
No me asustes.
Vete lejos.
Pero no sueltes mi mano.
Empecemos de nuevo.
Sangra mi labio con sanguijuelas de colores.
Fuma un cigarro para mí.
Traga el humo.
Arréglalo y que no vuelva a estropearse.
Échalo fuera.
Crúzate conmigo en una autopista a cien por hora.
Sueña retorcido.
Sueña feliz, que yo me encargaré de tus enemigos.
Dame la llave de tus oídos.
Toca mis ojos abiertos.
Nota la textura del calor.
Hasta reventar.
Sé yo mismo y no te arrepentirás.
¿Por cuánto te vendes? Regálame a tus ídolos.
Yo te enviaré a los míos.
Píllate los dedos.
Los lameré hasta que no sepan a miel.
Hasta que no dejen de ser miel.
Sal, niega todo y después vuelve.
Te invito a un café.
Caliente claro.
Y sin azucar. Sin aliento.
[editar]Poemas del libro
Este poema, también escrito por Daniel Valdés, se incluye en el libro en el que se basa la película pero no aparece en ninguna escena de ésta.
Sí, sé lo que quiero
Prefiero morir vicioso y feliz a vivir limpio y aburrido. Prefiero encontrar una estrella en el fango a cuatro diamantes sobre un cristal. Prefiero que la estrella queme, sea fuego, a un tacto rezumante de frialdad. Prefiero besar el duro suelo veinte veces para llegar una sola vez
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