Análisis de la película "Comer, rezar, amar"
Enviado por jlefcm • 25 de Marzo de 2020 • Ensayo • 3.410 Palabras (14 Páginas) • 8.223 Visitas
Trabajo Práctico final: Análisis de Julia Roberts en la película “Comer, rezar, amar” a partir de las escuelas psicológicas (Cognitiva, psicoanalítica, guestáltica y sistémica).
A partir de la película “Comer, rezar, amar” analizamos al personaje de Elizabeth (Julia Roberts) una mujer moderna que busca recuperar su capacidad de asombro y viajar por el mundo para descubrirse y encontrar su verdadero Yo. Ante una encrucijada después de su divorcio, Liz se toma un año sabático del trabajo e inesperadamente sale de su zona de confort y arriesga todo para cambiar su vida.
En sus extraordinarios y exóticos viajes, experimenta el sencillo placer de comer en Italia, rezar en la India, y finalmente halla la paz interna y el equilibrio del amor en Balí.
Todo lo sucedido en su vida nos permitió tener una visión de distintos enfoques de análisis a través de las diferentes escuelas.
A continuación mostraremos como un psicólogo analizaría a este personaje de acuerdo a la corriente psicológica a la que pertenezca.
Análisis a partir de la terapia Guestáltica
La terapia guestáltica señala que la vida humana es un proceso progrediente, un deslizarse de situación en situación tomando contacto con el interior y el exterior de uno mismo. Claramente podemos ver como Elizabeth (Julia Roberts) busca llegar a su equilibrio interno y externo para alejarse de las perturbaciones que la agobiaban y así lograr su meta de alcanzar percatación.
Liz se sentía infeliz con su vida rutinaria evitando conflictos exteriores con sus parejas, sin darse cuenta que esto le traía por consecuencia la creación de conflictos interiores. Lo que le ocurría a ella, era que los estadios dos o tres del ciclo de contacto eran interrumpidos generando situaciones incompletas que pugnan por su cierre, tendiendo a aflorar de continuo en la conciencia. Desafortunadamente, sin el permanente cotejo de estos ciclos de contacto con procesos de formación guestáltica flexibles e íntegros (el “sí-mismo”), Elizabeth no podía lograr el crecimiento y la maduración que pretendía alcanzar a lo largo de su vida.
El sí-mismo de Liz estaba encerrado por fases o capas denominadas perturbaciones del crecimiento, que van de afuera hacia adentro. Estas fases eran:
- Fase de clisé; Elizabeth no era capaz de alcanzar encuentros intensos a pesar de haber estado en dos relaciones (una de ellas bastante larga), y su conducta no podía dejar de ser ritualizada.
- Fase del juego de roles; Liz reconocía que no era feliz pero no aceptaba eso e intentaba seguir con su vida normal con percataciones escasas, por tenerle miedo al cambio.
- Fase de bloqueo; después de haber estado casada durante ocho años decide separarse, pero no se encontraba anímicamente estable como para seguir su vida con la misma fuerza que siempre.
- Fase de implosión; se vuelve a enamorar de un hombre menor que ella pero no duro mucho tiempo porque estaba centrada en ella y en lo que quería hacer.
- Fase de explosión; decide emprender un viaje a Italia, la India y Balí para experimentar las necesidades y los sentimientos que habían sido bloqueados.
- Fase de elaboración; logra integrar una nueva identidad luego de haber aprendido a comer, rezar y amar, llegando a constituir el equilibrio tan deseado que pretendía.
- Fase conclusiva de modificación de la conducta; su equilibrio es puesto a prueba cuando el hombre del cual se enamoró le pide que se vaya con él, pero logra superarlo al entender que “muchas veces perder el equilibrio por amor es parte de vivir una vida con equilibrio”.
Concluyendo el análisis deberíamos decir que Elizabeth a logrado su tratamiento, ya que obtuvo las condiciones necesarias como la toma de conciencia de sentimientos indeseados y la capacidad de tolerarlos.
Análisis a partir de la terapia Cognitiva
La película “Comer, rezar y amar” tiene como protagonista a Liz Gillbert, una mujer que tiene marido, casa y una carrera exitosa pero pese a estos logros se siente vacía debido a ciertos razonamientos internos. Los síntomas son consecuencias de los fenómenos cognitivos y son el centro de la sintomatología, siendo los cambios afectivos y somáticos, sus consecuencias.
La protagonista mantiene un diálogo interior donde se cuestiona su posición en la vida y los logros obtenidos hasta el momento, este tipo de diálogo es un refuerzo negativo. Sumado a problemas con respecto a su autoimagen ya que no se siente propietaria ni de su hogar ni de su vida. Así mismo, frente a alteraciones mínimas, como el hecho de que su marido quisiera estudiar en la Universidad, o como el pretender ser una ama de casa perfecta, ella percibe de una manera desfigurada al otorgarles una importancia indebida, situación que llega al punto de ser la causa detonante de su divorcio. Ante ello, su marido esta en desacuerdo, y sostiene que no seria causal de divorcio tener percepciones y opiniones distintas frente a hechos tan mínimos como aquel, y a la vez le muestra que al principio de la relación, podían soportar sus diferencias, y hasta disfrutar de ellas logrando una complementariedad entre ambos.
Luego de su separación conoce a otro hombre llamado David, y en quien decide refugiarse, ya que siente que puede confiar y resguardarse en él. Cuando lo que se debe hacer es asumir los riesgos de pensar y actuar con independencia. En un principio esta relación parecía entablarse bien, aunque rápidamente se transformó en una pareja disfuncional, estancándose en algunas formas negativas y rígidas de procesar, organizar y regular las respuestas emocionales hacia el otro.
Debido a la suma de estos manejos inadecuados de problemas prácticos y dificultades de la vida se generaron perjuicios considerables, por tal razón Liz se siente vacía y no le encuentra sentido a la vida. Está experimentando lo que se denomina “triada cognitiva” de autoimagen negativa en la interpretación de las experiencias de la vida y la visión hacia el futuro. Buena parte de este proceso de valoración transcurre en la forma de pensamientos automáticos.
Por no encontrarle sentido a su vida decide emprender un viaje, empezando por Italia donde conoce personas que la ayudan a tener autoconfianza y a modificar sus creencias por ende, sus pensamientos automáticos. Gracias a esto pudo recuperar el gusto por la comida que hacia tiempo había perdido. Además adoptó una postura distinta en cuanto a la forma de enfrentar el divorcio ya que decide verlo como una transformación hacia algo mejor e intentar dejar el pasado atrás. Su viaje continuó por la India donde fue en busca de paz. En este nuevo sitio se siente desorientada, por tal motivo decide recurrir a la meditación que le permite elegir sus pensamientos. A partir de este ejercicio, se hace notorio su cambio ya que se siente una persona más fuerte. Además consigue superar la culpa que le produjo el divorcio y finalmente logra reconciliarse con ella misma.
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