Análisis de película Metrópolis

El análisis de alguna película, libro, revista, publicación, o artículo pueden ser un gran material para poder discutir ciertos temas descritos en los cursos de la carrera. En esta ocasión se revisará la película Metrópolis (1927), una obra legendaria del cine alemán que denota los puntos importantes y las dificultades que existían y aún dejan rastros hasta nuestros tiempos, entre las clases sociales dentro del capitalismo.[pic 1]

Si bien la historia de la película puede llegar a darse de manera un poco lenta, debido a lo que se ha acostumbrado la sociedad en las últimas décadas de la entrega inmediata de cualquier tipo de información, ya sea visual, auditiva o alguna otra, es un elemento que se analizará para ver que elementos de la trama se pueden relacionar con los temas visto en clase, y en un futuro contar con una fuente más de información para el análisis de otras fuentes de información.

La lucha entre el reprimido y el represor es un tema del que poco se hablaba en el momento en que esta obra surgió, en un contexto cultural del que no se acostumbraba ser contestatario, no decir cualquier cosa que se opine, y es algo que podría ser un poco difícil de concebir para las generaciones más recientes, las personas que han nacido desde los 90’s son los que hemos experimentado más libertad en nuestras vidas, y en cierta medida puede resultar incluso inconcebible para los más jóvenes.

El arte ha sido alguna de las cosas que se pueden encontrar más trascendentales para el ser humano, y en ésta obra cinematográfica podemos encontrar un claro ejemplo de ello, que a pesar de las décadas que han pasado desde su estreno, sigue siendo un punto de partida para aprendizajes, debates y enseñanzas.

El aspecto de la historia de amor que contiene la obra, para los fines de este ensayo viene estando de sobra, desde mi perspectiva.

La sociedad en la que vivimos no está tan alejada a la realidad de la que vivimos hoy en día, si bien está un poco exagerados ciertos elementos, se debe entender el contexto cultural-social en el que se desarrolló la obra, y que en ese momento también fue una sociedad exagerada o incluso utópica la que se representó, para que el mensaje que se quería dar al público tuviera el impacto deseado, aunque es posible que no cualquier persona de nuestro tiempo se vaya a dar la oportunidad de ver completa la película y absorber todo lo que ésta representa, es una gran herramienta, tanto de conocimiento como de cultura general.

“El mediador entre el cerebro y las manos ha de ser el corazón” es la premisa bajo la cual toda la historia de la película se desarrolla. Al principio de ésta se proporciona esta frase como un preludio, sin hacer sentido al consumidor, solo hasta el final de la historia se unen las piezas del rompecabezas para saber a qué es a lo que se refiere.

Hay muchos simbolismos acerca de la estructura social en que vivimos en la actualidad representados en éste film, obviamente, cuando se elaboró no se pensaba en hacerlo y menos respecto a una sociedad en el futuro, 90 años para ser exactos.

Seguramente que en ese momento de la sociedad alemana con la cicatriz de la primera guerra mundial y todo lo que sucedía respecto a las luchas de clases, el socialismo, comunismo y capitalismo y las personas luchando y dividiéndose por defender sus ideales, fue una película bastante polémica; o al menos es lo que se podría pensar, pero si nos ponemos a reflexionar, es muy probable que no haya sido aceptada por la sociedad de una forma tan positiva por las fuertes críticas a los poderes superiores y al capitalismo; todo esto se puede suponer basándose en la información de la película en cuando a recaudación, ya que ésta no superó el presupuesto invertido ni por poco.

Los objetos de la película que se pueden representar en vida real son un tanto obvios y a la vez difusos, por ejemplo, el personaje Fredersen representa el poder de las corporaciones en el sistema capitalista, y los personajes de Grot y de 11811 representan la clase trabajadora explotada por Fredersen. Otro de los mensajes bastante fuertes que se ven en la obra, son las escenas que dejan ver como se rige el sistema capitalista, el líder de la organización tiene un principal interés en que todo marche de forma continua y en óptimas condiciones, se preocupa por la producción y no le importan los obreros, siendo ellos los que son el elemento clave en la cadena de productividad.

Los obreros trabajan jornadas excesivas que rayan en lo inhumano, y son remplazados como una pieza gastada cuando ya no pueden seguir con su trabajo, mientras que los líderes solo se preocupan por mantener a su estrato social disfrutando de la vida que la clase obrera les permite vivir.

En la clase obrera hay una pequeña minoría que pretende dejar de ser esclavos y buscan la paz mediante un tipo de rebelión estropeando las máquinas, y haciendo ruido para que la clase superior se dé cuenta, pero lo que en realidad la sociedad necesita encontrar un equilibrio entre la clase obrera y la superior, es ahí donde entra el mediador y el mensaje principal de la película que responde a la problemática que se plantea al principio: las injusticias en que vive el proletariado y la vaga comunicación que hay entre ambas para que todo pueda funcionar mejor.

Desafortunadamente en la sociedad en la que vivimos aún se dan hechos parecidos, aún podemos encontrar explotación de la clase trabajadora por parte de los empleadores, usualmente de las grandes empresas que procuran hacer sus productos con la mano de obra más barata del mercado, llegando a contratar a niños para la elaboración de productos que en el mercado se mantienen a precios excesivamente elevados. No sucede en todo el mundo ni a la vuelta de la esquina, ya que no se permiten en cualquier país, pero existen lugares en donde no está regulado el trabajo de infantes o las jornadas laborales o incluso los mínimos que se debe de cobrar por el trabajo, y por la necesidad que hay en esos lugares, la población se ve en la necesidad de aceptar esos empleos.

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