Análisis la Marsellesa de Renoir
Enviado por cictufi • 29 de Abril de 2018 • Ensayo • 1.744 Palabras (7 Páginas) • 379 Visitas
Carmen Izquierdo Clemente 2ºC
LA MARSELLESA DE JEAN RENOIR
Renoir en su film “la Marsellesa” de 1938 nos narra la Revolución Francesa desde el punto de vista de sus protagonistas, es decir, desde la visión de la monarquía, con los personajes de Luis XVI y su esposa María Antonieta, desde la del estamento nobiliario y desde la del pueblo llano.
El film se centra en el desarrollo de la revolución tomando como base, por un lado, la toma de la Bastilla (14 de julio de 1789) y por otro, el asalto a las Tullerías (10 de agosto de 1792), siendo el propio himno, entonces de carácter popular, la Marsellesa, convirtiéndolo en el eje vertebrador del film y dándole incluso el nombre a este.
Renoir, a través de los personajes prototípicos e incluso en algunos puntos caricaturizados, va desarrollando el film, a través de los conflictos entre estos. Cabe decir que, en este caso, Renoir abandona el aspecto mitificado de la revolución, propia de otras obras y representaciones artísticas, que toman a sus personajes más emblemáticos como Robespierre, Dalton o Napoleón, y conduce el relato a través de individuos irreales, prototipos de cada una de las clases sociales implicadas, para explicar lo que supuso el fin de la monarquía de Luis XVI y los comienzos de la Republica, eso si, no debemos olvidar que se trata de una película propagandística, por lo que existen licencias artísticas propias del director, y no debemos tratarla como una fuente histórica completamente fiable.
Así pues, desarrollaremos brevemente cada grupo social representado, estableciendo sus características y su modo de actuar y como reaccionaron e interpretaron los acontecimientos.
Personalmente he decidido centrarme en las clases que fueron objeto de oposición para los pensadores y participantes de la revolución, es decir, la monarquía y la nobleza. Eso si, no podemos evitar hacer alusión al pueblo revolucionario, ya que él es el verdadero protagonista para Renoir. Así pues, procedernos al análisis de ambos grupos a través de sus personajes y diferentes escenas de la película.
Comenzando por la monarquía, Renoir la retrata como esa vieja monarquía del antiguo régimen, inmovilista, ampulosa y anacrónica, a través de dos personajes, Luis XVI y su esposa María Antonieta.
El primero se caracteriza por su ignorancia e indiferencia ante los acontecimientos, de hecho, la película comienza con la noticia de la toma de la Bastilla mientras el rey se adecenta en la cama sin apenas sobresaltarse. Apático a las peticiones y el estado de enervación del pueblo, se preocupa más por mantener su posición como jefe de estado. Aunque ya ha visto su poder limitado, confía en su papel predominante dentro de las monarquías europeas para mantenerse en el poder y ser apoyado por estas en los momentos de crisis.
Es un personaje pasivo y en ocasiones ridículo, y las escenas de las que es protagonista así lo refleja, siempre es representando cuidando su aspecto (podemos destacar especialmente la aparente obsesión que siente por polvorear y arreglar su peluca, tal vez esta sea una alusión a lo que “ocurriría con su cabeza” tras el estallido revolucionario más violento), o dedicándose a placeres tales como la comida, como en el caso de la escena en la que devora de una manera poco refinada unos tomates (en este momento, una verdura exótica), reflejando así por un lado, la hipocresía de sus modales de Cámara, y por otro, la apatía hacia la situación miserable del pueblo al que gobierna.
Por lo que podemos decir que Renoir no lo retrata como un personaje malévolo, si no como un ser egoísta pero bonachón y en ocasiones ingenuo, inocente y desbordado ante los acontecimientos que se acercan y que terminaran con su detención, hecho que cierra la película.
Por otro lado, encontramos a María Antonieta, autentica antagonista de la película. Ante la indiferencia de su marido, ella toma el papel autoritario y represivo que debería tener este. La figura de María Antonieta representa a ese grupo, que en vez de intentar mantener cualquier tipo de dialogo, es la auténtica portadora de las ideas del Antiguo Régimen, es el ejemplo del radicalismo inmovilista. Esta representada como una mujer manipuladora, amante del lujo y egoísta, por lo que tal vez Renoir quiso plasmar solo en su figura y a través de su caracterización, todos los motivos que llevaron al pueblo a buscar la revolución.
Consciente de las pocas luces de su marido, empela sus encantos femeninos y su papel de esposa para convencer a Luis XVI a tomar medidas más radicales contra los revolucionarios y alejarse de su primera postura más pasiva.
A parte del claro carácter antagonista, debemos destacar que Renoir no le da ni mucho menos un papel protagonista a la monarquía, si no que la relega a un papel secundario, y se centra sobre todo en los dos grupos protagonistas y enfrentados, el pueblo llano, reflejado sobre todo a través de personajes marselleses, y el estamento nobiliario.
En lo que respecta a la nobleza, esta tiene un mayor protagonismo, y de nuevo, es representada por personajes prototípicos, aunque en este caso ficticios, como pueden ser el marqués de Saint Laurent.
Son retratados de una manera más amistosa que la monarquía, ya que estos si desean establecer un dialogo, tal vez porque son ellos, y no la monarquía (asilada completamente de la realidad) los que realmente conviven y ven los problemas del pueblo, aunque no quieren alejar este dialogo de sus líneas rojas, es decir, sus acciones están destinadas al mantenimiento de sus privilegios.
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