Baile Y Sexualidad

El baile y la sexualidad

2008-05-17 • IMPRESO UNO: SALUD Y VIDA

?El baile es la expresión vertical de una frustración horizontal?.

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Foto: Archivo

El baile o la danza siempre ha sido empleado para demostrar las habilidades corporales que tienen ambos sexos y como medio para tener un acercamiento físico con intenciones sexuales, sea con la pareja o con la divinidad a la que se idolatra, como era el caso de los antiguos egipcios cuyas danzas ceremoniales fueron instituidas por los faraones para honrar la muerte y reencarnación de Osiris. El baile ha sido utilizado para mostrar adoración a los dioses y a la madre naturaleza, surgiendo así las danzas de primavera, de verano, de otoño o de invierno para celebrar cada ciclo reproductor, hasta convertirse en rituales de iniciación como sucede con las fiestas de quince años. El baile siempre ha estado ligado a las ceremonias de reproducción: cosechas, bodas, y nacimientos. El epígrafe citado en el sumario hace alusión a que el baile es una especie de desplazamiento y de ensayo de las relaciones sexuales.

En el baile la pareja hace una serie de movimientos corporales de acercamiento y alejamiento que simulan el acto sexual, pero también representan el juego sexual previo; se puede tocar al otro(a), olerlo, escucharlo y verlo más de cerca. Los movimientos corporales de cada tipo de baile conllevan un deseo de contacto físico. Algunos son más sensuales y explícitos que otros, unos permiten el contacto directo, como el tango, otros emulan los movimientos coitales como el reggaeton y los de salón suelen ser menos explícitos, pero facilitan el acercamiento corporal de la pareja.

Algunas personas creen que la forma de bailar denota el estilo de tener sexo, pero no existen evidencias claras de que así sea. Quienes saben moverse en la pista de baile lo pueden hacer con mucha gracia, cachondez, agilidad y sensualidad, pero no necesariamente se comportan así en la cama con su pareja. Sin embargo, quienes bailan de esta manera sí suelen sudar sensualidad y excitar a su pareja. Los espectadores tienden a fantasear sobre las habilidades sexuales de los bailadores que se mueven de esta manera y a imaginarse que son igual de buenos en la alcoba. En lo que sí influye el baile es en que proporciona una mejor constitución física y prepara a las personas para un mejor rendimiento en el coito. También facilita que los bailadores se estimulen uno al otro y decidan tener un encuentro sexual. Tocar, oír y oler a la pareja de baile estimula el deseo sexual y si además se mueve muy sensualmente, el deseo aparece rápidamente. Ir a bailar a algún lugar o sacar a bailar a una persona es una señal de interés sexual, salvo que sea un familiar cercano como el padre o la madre, un hermano o un tío. Muchas personas que gustan del

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