Beasts Of The Southern Wild (Benh Zeitlin, 2012)

Breasts of the southern wild (Una niña maravillosa, titulada así en México) narra la historia de Hushpuppy, una niña de 6 años que vive con su padre, Wink, en La Bañera, la comunidad bayou, una isla rodeada de agua ubicada en Luisiana, al sur de Estados Unidos.

Hushpuppy y su padre viven en un lugar prácticamente marginado de la sociedad donde los habitantes, en condiciones paupérrimas, se niegan inmigrar a la urbanización y celebran sus propias tradiciones étnicas. Dentro de este contexto la niña protagonista –a lo largo de la cinta- platica su visión del mundo donde las personas son consideradas animales, dado a las creencias que le ha fundamento su padre y que la comunidad misma manifiestan.

Cada día consiguiente a su infancia, Hushpuppy va comprendiendo el lado fuerte del ser humano mientras anhela la ausencia de su madre. La fuerza de la inocente es puesta a prueba con la llegada de un huracán que azota la comunidad, dejándolo en un paraíso desolador bajo el agua; y la enfermedad del corazón que sufre su padre, quien la prepara para que sobreviva por sí misma cuando llegué el día de su muerte.

A pesar de los esfuerzos solidarios del gobierno para ayudarlos, los residentes de La Bañera -incluyendo Hushpuppy y su padre- niegan dejar su hogar en mal estado. Mientras sucede este problema, la imaginación de la niña conecta a un evento del deshielo de unos icebergs, donde emergen bestias prehistóricas gigantes similares a unos jabalíes que encaminan su trayecto hacía la comunidad destruida. Ante el empeoramiento de la salud de su padre, Hushpuppy decide buscar a su madre perdida y romper ese lazo maternal que la mantiene frágil.

El tema de la película es la infancia, dramatizada en una metáfora. La historia se desarrolla en una comunidad alejada de la sociedad, lejos de la civilización o cualquier medio de decencia, viviendo de sus propias tradiciones y la sobrevivencia social a la que están acostumbrados, lo que vitaliza las creencias machistas de sus habitantes: “se prohíbe llorar” y se consideran a sí mismos como “animales del sur”. Hushpuppy, una niña fomentada de estos valores, comparte su visión que tiene del mundo que tiene a sus pies.

Madura e intrépida, la pequeña se ve puesta a prueba por la destrucción natural, la diferencia social y la fragilidad humana. El extraño hábito de Hushpuppy para notar la fuerza animal –los humanos son también animales para ella-, que es escuchar el latido del corazón, se debe a la búsqueda de la razonabilidad de la que viven los residentes de la comunidad, que está al borde del hundimiento marítimo por sus condiciones geográficas. Esta búsqueda, marcada por la ausencia materna, la figura sobreprotectora de la inocencia, tiene como fin de sustentar o quebrar la filosofía del padre, que habla de la fuerza y de cómo los seres humanos pueden sobrevivir como los animales. Dicha

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