Beccaria Tratado de los delitos y de las penas.

Tratado de los delitos y de las penas.

El inicio del libro, la parte introductoria da un preámbulo acerca del contexto histórico y la personalidad de Beccaria, cuya crianza, familia, y círculo social influyeron por completo en su manera de pensar, es en comparación a otros escritores, Rosseau, Maquiavelo, Kant, Kelsen, resultado del momento histórico y su concepción sobre el derecho.

La manera en que hablan de Beccaria en cuanto a su matrimonio, a su familia y al buen estudiante y pensador acercado a la filosofía, lo convierte en mi opinión, muy obvio como mira las penas y los delitos. El concepto de justicia que tiene sobre este.

Su libro, comienza hablando del contrato social, al menos para mí, muy obvia la influencia de Rosseau y mucho más obvio el concepto que tiene sobre la justicia y el estado. La concepción del porque estamos regidos por autoridades, porque lo necesitamos.

El libro, a partir de ahí, hasta tres capítulos después, me confundió, me pareció una lectura dificil, porque toca puntos como de donde salen estas normas que necesitan regir a los hombres,, el origen de las penas, de los delitos. Pero sin duda alguna aquello sobre la no tortura, sobre porque las penas deben ser justas y deben hacer sentir a estas personas que se han equivocado deben tener una pena justa, una que no dañe si integridad y que le deje claro a los demás que no es algo digno de merecer.

Más adelante, siento que retoma más aún ideas filosóficas sobre que el tormento que viven estos individuos en la espera de su pena, pues estas deben considerar todo lo que conlleva su delito.

Me gustó mucho como desenvuelve el tema de la ley natural y la ley social.

Porque un hombre necesita que se le sean reconocidos todos estos derechos que tiene por si mismo, que tiene desde el más chiquito hasta el más grande, del más fuerte, hasta el más indefenso, y de ahí partimos a que como no pueden estos defenderse solo por el hecho de existir, necesitan una regulación, un sistema que influya cierto poder, que reconozca y regule la fuerza que tiene los derechistas de unos, en los derechos de los demás.

Un control, y un poquito maaaas desarrollado, tenemos un sistema penal que aporta sanciones justas, a todo aquel que corrompa esta tranquilidad a la que el derecho, el estado desea llegar.

De ahí el porque tantas personas y tanta influencia tuvo en el pensamiento el libro, habla de justicia, una justicia, aunque siente tonto, justa.

Una que de verdad lleve al delincuente a resarcir el daño que ha cometido, muy humano, muy justo. Pues habla de jueces, del como estos pueden quitar y poner a alguien en donde pague su mal hecho. Todos los hombres deben conocer plenamente los límites de su responsabilidad; de aquí que los códigos deban divulgarse de modo que no sea posible la ignorancia o la incertidumbre. Por ejemplo, esas ocasiones que hablamos en clase sobre la prision preventiva, el debido proceso, que titula y protege los derechos humanos de estas personas, que no están mencionados así, obvaiamente, pero me pareció increíble que Beccaria, el autor, así los retomará y los analizará. Me gustó muchísimo ésta parte del libro, aunque me pareció muy raro que hablara de juicios públicos, del cómo éstas personas que delinquen necesitan justicia en su juicio, en su condena. Deben tener certeza que estás no han sido injustas para él.

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