Ciento Volando De Catorce
Enviado por ensayista55 • 3 de Agosto de 2013 • 442 Palabras (2 Páginas) • 291 Visitas
Mi infancia era un cuartel, una campana
y el babi de los padres salesianos
y el rosario ocho lunes por semana
y los sábados otra de romanos.
Marcado por sotanas y coturnos,
con sangre, para que la letra entrara,
párvulo fui, de ardores taciturnos,
con tutores de mármol de Carrara.
Y el picón del brasero por las tardes,
y el acné y el catón y las primeras
hogueras a la vera de la nieve.
Mi infancia era un cuartel, una campana
y el babi de los padres salesianos
y el rosario ocho lunes por semana
y los sábados otra de romanos.
Marcado por sotanas y coturnos,
con sangre, para que la letra entrara,
párvulo fui, de ardores taciturnos,
con tutores de mármol de Carrara.
Y el picón del brasero por las tardes,
y el acné y el catón y las primeras
hogueras a la vera de la nieve.
Mi infancia era un cuartel, una campana
y el babi de los padres salesianos
y el rosario ocho lunes por semana
y los sábados otra de romanos.
Marcado por sotanas y coturnos,
con sangre, para que la letra entrara,
párvulo fui, de ardores taciturnos,
con tutores de mármol de Carrara.
Y el picón del brasero por las tardes,
y el acné y el catón y las primeras
hogueras a la vera de la nieve.
Mi infancia era un cuartel, una campana
y el babi de los padres salesianos
y el rosario ocho lunes por semana
y los sábados otra de romanos.
Marcado por sotanas y coturnos,
con sangre, para que la letra entrara,
párvulo fui, de ardores taciturnos,
con tutores de mármol de Carrara.
Y el picón del brasero por las tardes,
y el acné y el catón y las primeras
hogueras a la vera de la nieve.
Mi infancia era un cuartel, una campana
y el babi de los padres salesianos
y el rosario ocho lunes por semana
y los sábados otra de romanos.
Marcado por sotanas y coturnos,
con sangre, para que la letra entrara,
párvulo fui, de ardores taciturnos,
con tutores de mármol de Carrara.
Y el picón del brasero por las tardes,
y el acné y el catón y las primeras
hogueras a la vera de la nieve.Mi infancia era un cuartel, una campana
y el babi de los padres salesianos
y el rosario ocho lunes por semana
y los sábados otra de romanos.
Marcado por sotanas y coturnos,
con sangre, para que la letra entrara,
párvulo fui, de ardores taciturnos,
con tutores de mármol de Carrara.
Y el picón del brasero por las tardes,
y el acné y el catón y las primeras
hogueras a la vera de la nieve.
Mi infancia era un cuartel, una campana
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