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Enviado por jose201520 • 24 de Marzo de 2015 • 1.845 Palabras (8 Páginas) • 182 Visitas
7. El flujo comunicacional en tiempos prerrevolucionarios.pdf
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El Flujo Comunicacional En Tiempos Prerrevolucionarios: La Concentración Del
Conocimiento
Estamos siendo testigos de una nueva geopolítica mundial del conocimiento
altamente estratificada, lo cual implica alta concentración de conocimiento y alta
absorción de talentos en algunas regiones y países. Esto no es nuevo, ha ocurrido así a
través de la historia. Es bien conocida la concentración de conocimiento en la Academia de
Platón, en el Liceo de Aristóteles, en la biblioteca de Alejandría, en la escuela de
traductores de Toledo, en determinadas universidades europeas desde la edad media,
entre muchos otros focos del conocimiento occidental.
También se constata, a lo largo de la historia, la importancia que las instituciones
académicas han otorgado a la contratación de profesores de prestigio para atraer
alumnos de otras latitudes. Más que la infraestructura, el éxito de las instituciones
académicas depende, en gran medida, de la contratación y retención de profesores
eminentes, quienes a su vez atraen estudiantes talentosos. También es conocido el afán de
los estudiantes por acceder a los mejores centros del conocimiento, como el famoso
peregrinaje que hacían los estudiantes desde la creación de las universidades medievales,
buscando de una ciudad a otra al mejor profesor que pudiera darles el conocimiento que
deseaban.
¿Qué es lo que diferencia la concentración y flujos de conocimiento en las dinámicas
académicas anteriores a lo que se está observando actualmente? Lo nuevo en relación a
otras situaciones históricas es, por un lado, la relevancia que en los momentos actuales
tiene el conocimiento en la economía global, donde el capital intelectual es el factor de
producción más importante para la innovación de las economías. También son nuevas las
posibilidades de comunicación instantánea entre los portadores y productores de
conocimiento ubicados en cualquier rincón del planeta, que permiten las tecnologías
comunicacionales. La combinación de las dos dinámicas señaladas –el valor estratégico del
conocimiento, y las características de des-localización e interactividad instantánea del
mismo-, presenta situaciones distintas y mucho más complejas a las conocidas
anteriormente, en términos de inclusión y exclusión de los beneficios del conocimiento,
que hasta ahora, al menos en teoría, ha sido considerado un bien de la humanidad.
El conocimiento, a diferencia del capital físico, no es un bien agotable, en el sentido que
nadie se queda sin conocimiento por dar conocimiento. Lo que ha sido agotable
anteriormente han sido los medios presenciales para distribuir el conocimiento
(infraestructura física, profesores, bibliotecas), pero actualmente las formas digitales
permiten distribuir conocimiento de manera infinita. En este sentido el futuro debería ser
promisorio en una sociedad llamada sociedad del conocimiento desde hace más de dos
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décadas. Sin embargo, el problema ahora es el valor económico que ha adquirido el
conocimiento. De ahí que haya diversas fuerzas que están enfrentadas produciendo
tendencias diferentes en cuanto a las formas de relación entre las instituciones del
conocimiento a nivel global. En este sentido se habla de dos tendencias extremas, la
mercantil y la solidaria, habiendo sin duda tendencias híbridas caracterizadas por
combinaciones diversas.
En cuanto al nomadismo científico siempre ha tenido una doble cara. Por un lado, se
aceptaba como parte de la universalidad de la ciencia, considerando positiva una
optimización cognitiva global. Por otro lado, se constataba que los países de menos
recursos, al no poder retener a los pocos talentos, quedaban descapitalizados de los mejor
preparados. El nomadismo científico actual comienza a tener otras y más complejas
características, además de las conocidas de la situación anterior. Entre ellas, las ventajas
de poder convertir la fuga de talentos en circulación de talentos a través de lo que algunos
autores han definido como la “opción de la diáspora”, dentro del paradigma de la “nueva
conectividad.
El enfoque de la “nueva conectividad” se sustenta más en la teoría de nodos de Casttels
que en las teorías de centro-periferia, y está basado en que los lugares de conocimiento
están de alguna forma dis-locados en su sentido literal, pues la periferia estaría
representada en el centro por sus propios expatriados. Los autores que promueven esta
visión consideran que, en caso que cobre auge este enfoque, habría cambios importantes
en la validez de los enfoques centro-periferia, ya sea los de la teoría de la dependencia, de
un solo centro y una sola periferia (desarrollo-subdesarrollo), ya sea el enfoque de sistema- mundo de Wallenstein (múltiples centros y periferias). Pero no solamente el auge del
enfoque de la “opción diáspora” desplazaría los enfoques de centro-periferia, sino también
la posibilidad que los talentos se interconecten con los nodos centrales, sin tener que
desplazarse de sus propios países.
En este paradigma se están poniendo muchas esperanzas, pero la realidad es que todavía
no se tienen estudios suficientes para tener seguridad sobre la sustentabilidad de las redes
digitales de diásporas de conocimiento en el tiempo. Por otro lado, la posibilidad que
introduce la interactividad instantánea de que los nodos centrales trabajen con los
talentos desde sus países de origen, sin tener que desplazarse, introduce otros elementos
que todavía son difíciles de interpretar en cuanto a los efectos de concentración versus
diseminación y dispersión del conocimiento.
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