Ejemplo de Black mirro: el tiempo y la intimidad como moneda de cambio
Enviado por Alfonso Blanco Samperio • 18 de Octubre de 2017 • Reseña • 1.130 Palabras (5 Páginas) • 285 Visitas
Nosedive o el tiempo y la intimidad como moneda de cambio
Alfonso Blanco Samperio
Nosedive (Caída libre), es quizás el capítulo menos sombrío de Black Mirror (2011- , Charlie Brooker), Sin embargo, su temporalidad lo posiciona como una de las historias de la serie en la que el espectador podrá asirse con más referentes inmediatos. No hay que buscar en demasía dentro del mundo digital para descubrir ejemplos incuestionables que el espectador podrá superponer en el relato visual de esta ficción que genera empatía por su frívola cercanía con el presente. Este breve texto pretende develar las connotaciones que se esconden en la hilarante historia.
Lacie Pound (Bryce Dallas Howard) –la neurosis personificada magistralmente-, tiene una rutina que sigue pulcramente día con día. La comprobación de su perfil marca el camino y los momentos de interacción social desde el primer momento del día. En una sociedad cuasi perfecta, donde la sonrisa y el cumplido es la moneda de cambio, la calificación con estrellas se convierte en el modelo cuantitativo que pretende mostrar del éxito en la vida.
Hay una clara estructura dentro de este mundo donde el éxito se encarna en el profesionista que se mantiene saludable, compra bebidas de moda y se relaja al máximo en la oficina. En primer lugar, la conversación se reduce al mínimo. Aquí la interacción social tiene una antesala: los individuos han compartido previamente su intimidad y los momentos cotidianos catalogados como “destacables” –la escena en la que Lacie camina al trabajo sirve para ilustrar -. Es por eso que en el momento en el que acontece el encuentro físico, las personas ya han estudiado y elaborado un guion con una carga complaciente que sirve para reforzar la valía de la interacción. El cumplido se presenta aquí como moneda de cambio, pues el que lo crea demanda una gratificación para cerrar por completo el vínculo.
El individuo que no funciona dentro de esta estructura, es sancionado con una especie de exilio. Aquí el nivel de empatía con un sujeto o la aprobación de su ritual que orquesta para ser presentado ante la mirada del que califica, se simboliza con las estrellas otorgadas en una red social, pues los integrantes crean una convención para entender un mismo signo. Es así como se configura la vida dentro de este “mundo feliz”, en el que la periferia se encuentra habitada por sujetos retratados como parias sociales que por una u otra razón no encajan en el entramado del éxito. El valor de la funcionalidad que el sujeto presenta ante el juego de la simpatía y la simulación, le será premiado con el acceso a una clase que cuenta con beneficios exclusivos.
La intimidad es otra de las cuestiones que la historia rompe. Ya no hay lugar para el espacio aislado que prometía el hogar para el empleado. El mantenimiento del estatus en la red se superpone a la idea del tiempo libre, dado que el sujeto mantendrá una actualización constante de lo que realiza. Es aquí donde la simulación se convierte en eje central. Lacie procura, al ver que su puntaje es insuficiente para cambiarse a la casa de sus sueños, mostrar significantes que sean reconocibles para la clase alta de la red. Cuando muestra un muñeco de su infancia, el cual está lleno de un significado personal, sus seguidores aprueban el momento pero al mismo tiempo y detrás de la calificación, lucharán por emular o superar el momento de felicidad del otro.
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