El Laberinto del Fauno
Enviado por Kassandra Bustamante • 1 de Octubre de 2018 • Ensayo • 2.023 Palabras (9 Páginas) • 378 Visitas
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Kassandra Bustamante Cruz
Universidad Autónoma de Durango
Septiembre 2018
Creo que a casi todos nos emociona de oír cuando el famoso director mexicano Guillermo del Toro ha dirigido, o dirigirá una nueva película, y más cuando el ayudo con el guion. Guillermo ha dirigido muchas películas, pero cada director tiene una que se le considera “la joya” u “obra maestra” de toda su carrera. Y esa es El Laberinto del Fauno o Pan’s Labyrinth. Una película basada en los cuentos de los hermanos Grimm y Alicia en el País de las Maravillas, es una de esas películas que puedes ver una y otra vez sin aburrirte, o cansarte de repetirla, pues en cada momento descubres quizás algo nuevo que no habías podido ver antes. La forma tan cruda y realista en que hace las cosas tiene un encanto mórbido, y macabro en parte que, a muchos jóvenes, e incluso ancianos hoy en día, les parece fascinante.
Cuando escuchas que será un cuento de hadas, ¿qué es lo primero que se te viene a la mente?
Hadas que tiran polvos mágicos, un mundo de colores y felicidad, pero esta película, este “cuento de hadas”, es una excepción, este cuento rompe el molde. Sin problema alguno Del Toro nos introduce a un mundo completamente nuevo y original que nos engancha desde el primer momento en que se escucha la narración del cuento de la princesa. La princesa quería salir y ver el mundo. Había leído tantos libros escuchado tantas historias sobre ello, pero jamás se pudo esperar lo que vio. En mi opinión, y tal como Guillermo siempre ha dicho -El verdadero monstruo, es el humano. Guerra, dolor, tristeza, sufrimiento y matanza fue lo que encontró nuestra querida princesa. Los humanos son viles, crueles e incontrolables en más de una ocasión. Pero aún quedan algunas personas que nos hacen recuperar la fe en la humanidad. Demostrando que aun hay una pequeña salvación, una redención incluso para aquellos que fueron la peor escoria que existió, existe y existirá. La historia se desarrolla en España en 1944, remontándonos a una era donde el machismo gobernaba en exuberancia y los españoles estaban en guerras por el tipo de gobierno, los militares del lado Fascista, y los contrarios con uno comunista. Peleando a diestra y siniestra para saber quien tendría el control, quien ganaría la guerra y ejercería el gobierno del lado en el que se encontraban. Siendo este en el ambiente en que se desarrolla la película, nos encontramos después con nuestra queridísima niña Ofelia. Una niña que se la pasa leyendo cuentos de hadas a diestra y siniestra. Una niña llena de pureza e inocencia en toda la extensión de esas palabras. No tenía corrupción en ninguna parte de su cuerpo, pensaba dos veces casi todas las cosas que ella hacía. Ella creía que el mundo podía ser mas bello si tenía sus cuentos de hadas, sus libros de fantasía, y es cierto. El tener un libro de fantasía o cualquier otro libro nos permite alejarnos de nuestra realidad, teletransportarnos a un mundo donde todo parece posible, donde lo que nosotros llamamos irracional, allá es racional. Te sientes capaz de todo, pues te crees el protagonista, o el que acompaña al protagonista, te lleva lejos, vuela tu imaginación a lugares que jamás creíste capaz siquiera de pensar. Eso hace Ofelia, se aleja de todo el dolor que ella siente, se deja llevar y se centra solo en sus cuentos para no alejarse de todo lo que ella siente. Más también lo hace porque cree en lo que lee, dicen que los niños de mente abierta pueden ver cosas que los de mente cerrada o los adultos, no pueden. Y yo les creo. ¿Cuántas veces has visto a un niño hablando solo con su amigo imaginario? ¿Qué tal si no es imaginario? Puede ser que tu no lo veas, pero por eso no quiere decir que no seas real, te niegas a verlo pues tu cerebro lo bloquea inmediatamente al ser algo nuevo, desconocido y que probablemente te cause daño. ¿Te has preguntado como sería este mundo si las cosas de fantasía existieran entre, y con nosotros? Yo sí. Y miro un mundo completamente hermoso, en paz. Pero creo que si fuera la “fantasía” que tiene Del Toro sobre ese mundo… daría miedo. Sería aterrador y un trauma para niños. Pues el tiene un concepto de ello algo anticuado, pero no solo eso, sino que muy distorsionado hacía la fantasía, y el terror gótico en su mente. Y lo más curioso, es que eso nos atrapa, nos enseña que no toda la fantasía tiene que ser hermosa, perfecta, que hecha luces, brillos y polvos mágicos. Sino que puede ser abrumadora y, hasta en alguna parte, atemorizante. Pero a pesar de dar cierto terror, nos da lecciones. Analicemos un poco a los “monstruos” de la película.: El sapo: El sapo es una representación del patriarcado, y el árbol, de la mujer. Demostrando en aquellos tiempos como el machismo abundaba. El Sapo, viviendo bajo el árbol, logra que este no se recuperé jamás, hasta que es vencido por Ofelia. Se ve como ella deja el vestido en una rama, dejando de lado los estereotipos. Teniendo que ensuciarse de lodo y arrastrarse por la suciedad para poder lograr el objetivo, aún si ello le causa problemas con su madre en un futuro. Enseñando de igual manera que las mujeres también pueden hacer todo lo que se propongan. El Hombre Pálido: Sin duda uno de los monstruos más atemorizantes, y característicos de esta película. Pues su peculiaridad física nos hace temblar, siendo más que delgado, con piel colgando de sus pálidas extremidades, sin tener ojos. Pues los ojos deben ir en la palma de sus manos, sí. Así como leíste, en la palma de sus manos. Sus dientes son cuales cuchillas para arrancar, perforar y masticar con facilidad hasta los huesos incluso. Pero… ¿Qué nos quieren dar a entender con este monstruo sumamente perturbador? Del Toro afirma ser un católico no practicante. El Hombre Pálido es una representación de la Iglesia, su piel colgante demuestra que en un pasado era gordo, pero ahora trataba de mostrarse humilde. Este monstruo representa el fascismo y la iglesia a niños aun con un banquete frente a ellos, devorando toda inocencia posible sin pensarlo dos veces, comiéndose la pureza. Las pinturas en las paredes de la “iglesia” muestran las atrocidades que la iglesia ha cometido desde tiempos remotamente oscuros. Y las puertas donde debe elegir Ofelia, son donde se guardaban las ostias consagradas y bendecidas. Cuando la comida es probada por Ofelia, eso perturba al ente quien usa sus “ojos” y la persigue en defensa sus intereses, a pesar de tener más comida de la que necesita. El Fauno: Una de las frases más representativas de este personaje es cuando Ofelia le pregunta quien es, a lo que el responde: -Yo… yo he tenido tantos nombres… Nombres viejos que solo pueden pronunciar el viento y los árboles. Yo soy el monte, el bosque y la tierra… Soy un Fauno, vuestro más humilde de vuestros súbditos… majestad. El fauno es el guía de Ofelia en todas las pruebas que ella debe presentar, dándole así los materiales necesarios y algunos consejos e instrucciones. Una forma en que se puede ver a este personaje es como uno de nuestros padres, que están ahí para guiarnos sin pensarlo dos veces. Advertirnos de los problemas e incluso si es necesario, que nosotros mismos tropecemos para darnos cuenta de nuestros errores. Aprender de ellos para ya no volver a tropezar con la misma piedra dos veces, y darnos una segunda oportunidad para hacer las cosas bien, esta vez. Pero no todo es bueno en el fauno, no. Claro que no. El encargado de la última prueba es nuestro querido Fauno. Mostrando en ocasiones leves ápices de maldad y bondad en el transcurso de las escenas manteniendo una personalidad neutra, le ordena a la niña que debe derramar sangre inocente para poder abrir el portal. Pero Ofelia desobedece a pesar de lo prometido, y su esfuerzo anterior. Las órdenes del Fauno simbolizan la obediencia absoluta en los grupos de militares, no importa que tan atroz, inmoral, e incluso enferma que pueda ser la orden, deben acatarla al pie de la letra. Sin rechistar o siquiera hacer un gesto, pues serían sancionados por ello, e incluso condenados a la muerte por desobediencia. Cuando un eslabón de la cadena elige reflexionar antes de actuar, el sistema de poder se rompe. Pero si analizamos muy a fondo, los verdaderos monstruos no son los que Ofelia venció con una facilidad sorprendente. Sino uno solo. El Capitán. Quizás te preguntes, ¿por qué? Si el solo hacía lo que debía hacerse… pero en realidad, no. En todo momento el Capitán muestra insensibilidad, una actitud fría sumamente sorprendente, y no solo eso, sino una completa mentalidad sin raciocinio o siquiera remordimiento ante los actos atroces que comete sin pensarlo dos veces siquiera. Sus pensamientos son suicidas por completo, siempre a la espera de su muerte, teniendo a su mano un reloj de bolsillo roto, esperando, y hasta casi deseando el día en que deba estrellarlo en el suelo y que sepan a la hora en que murió para que su hijo se enterará de quien era su padre, y que murió como un “hombre”, así como hizo su padre con él. Toda aquella persona que se dedica a ser policía, bombero, mafioso, narcotraficante, etc. Es un suicida inconsciente, pues en el fondo sabe que puede morir, pero está ahí, con el uniforme bien puesto. Siendo no solo un asesino a sangre fría, y un suicida desquiciado. También era un machista egocéntrico de primera, y un egoísta, pues no solo trataba a su mujer como alguien inferior, sino a todas las personas a su alrededor, nadie era más que él. Nadie era mejor, todos estaban a sus pies y acataban sus ordenes sin dudarlo dos veces, él era quien mandaba, él era el “hombre”. En mi opinión, ese pensamiento fue algo más que tonto. Pues solo basto una bala para que se callará, y viera que el no era mejor que nadie, era una simple persona que podía, e iba a morir, no era ningún Dios inmortal. Dejando los personajes de lado, y centrándonos esta vez en la película en sí y el arte. Toda la película es arte. Desde el maquillaje de cada uno de los monstruos, hasta la manera en que fue grabada toda la película, pues no te sientes excluido de la película, sino que sientes que eres tú el que lo ve desde primer plano, que eres tú quien lo ve como si lo estuviera viviendo realmente en ese momento, adentrándote en un mundo desconocido, y del cual no sabes que esperar. El arte gótico que fue introducido en la película lograba crear ese ambiente espectral del cual no sabías que esperar, e incluso te dejaba en suspenso por algunos momentos. Los colores en su mayoría siempre fueron tonos fríos, dándole ese sentir a la película, más en ocasiones unos colores cálidos se podían ver y le daban una vida y una vista completamente diferente a la escena. Para un admirador del arte, esta película es una obra maestra. La veas por donde la veas, desprende arte por todos lados, en todo su esplendor. Si en algún momento pasarás por un escaparate y están pasando la película, con tan solo verla de reojo te quedarás quieto, mirando, sin siquiera pestañear para no perderte ningún magnifico momento de esta preciosidad de película, que fue dirigida por el maestro Del Toro. Siendo un ícono de las películas de fantasía, El Laberinto del Fauno es considerada una película infantil no apta para niños. Y creo que es más que entendible el porqué, Del Toro nos ha dado una entrega más que maravillosa, impactante, y llena de arte crudo como jamás antes vista. Ahora solo queda que tu mismo te respondas dos preguntas… ¿Te atreverás a abrir tu mente, y descubrir este maravilloso mundo de fantasía? ¿O decidirás cerrar tu mente y seguir en un mundo sin las maravillas que esta película nos brinda?
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