El retrato del Colonizado en la película de Malcolm X

Universidad de Puerto Rico

Recinto de Río Piedras

Facultad de Estudios Generales

Departamento de Ciencias Sociales

El retrato del colonizado en la película Malcolm X

Fabio A. Sinigaglia Gadea

801-16-8726

CISO 3122

Secc. 077

Prof. Carlos Rodríguez Fraticelli

El retrato del colonizado en la película Malcolm X

        Colonizar un país o un territorio significa someterlo administrativa y políticamente a las directrices del país que coloniza. En Europa y en América esta costumbre se dio y se ha dado por muchos años. De hecho, vivimos en un país colonizado por siempre. Primero, por los españoles; luego, por los estadounidenses; aunque muchos piensen que Puerto Rico no es una colonia de Estados Unidos, hoy día Puerto Rico es una colonia. Uno de los textos que explican la relación que existe entre un país colonizado y uno colonizador es el ensayo de Albert Memmi, El retrato del colonizado. Este ha resultado ser un clásico al describir dicha relación. Sus observaciones se aplican a toda relación colonial, no importa cuál sea el colonizador o el colonizado.

La actitud del colonizador con respecto al colonizado tiene unas características que se reproducen en cualquier lugar del mundo donde ocurra el colonialismo. Se impone la cultura del colonizador. Se adquieren los días festivos, las comunicaciones y la bandera ondeando en los monumentos públicos. Hay tres elementos que tipifican al colonizador -la ganancia, el privilegio y la usurpación. Para el colonizador, la colonia es el lugar donde se gana mucho y se invierte poco. En la colonia, el colonizador tiene privilegios y un nivel de vida superior al del colonizado. El colonizador comprende que sus privilegios son ilegítimos; por tanto, es un usurpador. Además, se siente superior, resalta su cultura para impresionar al colonizado.  En el caso de Puerto Rico, cuando los estadounidenses llegan a la Isla, crearon programas universitarios con el fin de crear profesores que pudiesen enseñar el inglés en la Isla, y así, americanizar a los puertorriqueños. Por el contrario, el colonizado es considerado como un mediocre aunque sea intelectualmente superior a la mayoría de los colonizadores. Algunos colonizados rechazan su propia cultura a favor de la del colonizador. Esto se ve mucho en Puerto Rico. Muchas personas que favorecen la estadidad para Puerto Rico, llegan a rechazar nuestras tradiciones y hasta el idioma por favorecer el inglés o las costumbres americanas.

El colonizador está dispuesto a reescribir la historia y extinguir las memorias del colonizado, todo para legitimar su usurpación. El colonizado es removido de la historia; a los hijos del colonizado no se les enseña su propia historia, sino la del colonizador.  Aprendemos a conocer lo que el colonizador es. Nace una visión mítica, irreal, fantástica y hasta heroica de la historia del colonizador. Se crea un vacío en el sistema educativo del colonizado. El colonizado está confundido y divorciado de la realidad. Hoy día, nuestro sistema educativo le da más énfasis a la historia de nuestro país después de la llegada de los españoles y estadounidenses que a la civilización indígena o el nacimiento del puertorriqueño en sí, que es la raíz de nuestra cultura. Se nos crea desde pequeños esa idea fantástica de que sin los Estados Unidos este país no funcionaría. Podríamos inferir que esta es la primera fase por la que pasa un colonizado, la pérdida de su identidad. Por el racismo, en la colonia la gente y sus costumbres son siempre consideradas inferiores a las del colonizador. Y es que al colonizador no le importa el colonizado. El colonizado nunca es algo bueno, siempre son inferiores, ignorantes, dóciles, vagos y cobardes. La deshumanización hacia el colonizado. Memmi nos dice que el colonizador deshumaniza al colonizado en la construcción social de este. Al colonizado se le inculca este retrato mítico de lo que es el colonizador, y lo que debe ser el colonizado desde su niñez hasta que se “acepta”. Aquí se establece el complejo de dependencia y subordinación, de inferioridad. El colonizado internaliza su subordinación, la “acepta” y de ahí el colonizador deriva su legitimidad. Deshumanizar, sinónimo de mistificar es el orden colonial. Cualquier rebelión contra este retrato conlleva rechazo de las mayorías colonizadas  

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