Ensayo Cine Negro
Enviado por danifur • 12 de Julio de 2013 • 2.753 Palabras (12 Páginas) • 1.215 Visitas
El Cine negro
Los historiadores del cine, dependiendo de su origen estadounidense, europeo o asiático dan distintas definiciones del cine negro.
Algunos lo consideran el brusco revelador de la otra cara de los espejismos del sueño americano y otros piensan que esta forma de cine amalgama las complejidades del alma humana en todas las circunstancias y en todos los países del mundo. Muchos escriben que solo forman parte de este grupo las películas en blanco y negro y otros no dudan en incluir también las películas filmadas a color. Finalmente, otros consideran que esta categoría singular dejó de existir desde finales de los años cincuenta y otros más consideran que la industria cinematográfica nunca ha dejado de producirlas para el cine o para la televisión.
Estas contradicciones de catalogación se deben a que la denominación film noir (cine negro)- que no debemos confundir con las black movies producidas desde 1911 y destinadas al público afroamericano- es un término inventado por los franceses que sirve de referencia a los estudiantes anglosajones (desde finales de los años sesenta) para identificar un siglo de películas rodadas en Hollywood entre 1944 y 1959. Descansan asimismo en el hecho de que el cine negro no es un género específico, como lo son el western y la comedia musical. Tampoco es un movimiento artístico, como lo fue el neorrealismo italiano, de hecho, no desarrolla ninguna plataforma teórica.
Actualmente, los críticos engloban en esta etiqueta todas las películas policiacas de la industria del cine (pasada, presente y futura) –triller, suspense, películas de enigma o de investigación, aventura policiaca con elementos documentales, melodrama sobre la delincuencia juvenil, road movie desatada o producción gore con asesinos seriales.
De ahí la confusión que reina en la materia, que desemboca en diálogo de sordos en los coloquios internacionales consagrados a este tema.
El propósito de este ensayo, es conocer los orígenes del cine negro (film noir), sus fuentes, el realismo social, sus temas y personajes, así como presentar algunos ejemplos de las películas más representativas de dicha denominación situándonos en tiempos de la gran depresión o en los años de la segunda guerra mundial u en otros posteriores, marcados por el miedo al apocalipsis atómico o a la caza de brujas de la guerra fría.
El cine negro es sin discusión uno de los géneros mayores de la historia del cine. A su grandeza han contribuido directores como: Alfred Hitchcock, Fritz Lang, Orson Welles entre otros.
Noël Simsolo.
Origen de un Término.
Es usual señalar el origen de la primera aparición del término film noir en un artículo del numero 61, de agosto de 1946, de L’Ecran Franc,ais.
Bajo el título “Un nuevo género policiaco: la aventura criminal”, Nino Frank definía así algunas películas estadounidenses recientemente estrenadas en Francia, que para él mostraban desde una perspectiva diferente la violencia física y los hechos delictivos, las consideraba obras de psicología criminal e insistía en su forma de explotar con brillantez un dinamismo de la muerte violenta.
Llamar cine negro a las obras rodadas en Hollywood entre 1943 y 1945 no era una frivolidad. La sensación de malestar, la angustia y el miedo habían reinado en el cine americano durante la Segunda Guerra Mundial. Se insinuaban en las producciones policiacas y de espionaje, al igual que en los melodramas sociales.
Este cine de la sombra dominante y la travesía dolorosa de las apariencias, poco solar y escasamente optimista, era opresivo, duro y en general opaco. El carácter sombrío de sus temas y sus personajes fascinaba al público hasta el vértigo. Un realismo áspero cohabitaba con una atmosfera de pesadilla.
La denominación de cine negro propuesta por Nino Frank era también la consecuencia de la creación, en 1945, en la editorial Gallimard, de la –Série Noire- (título genérico creado por Jackes Prévert), pues varias de las producciones que llevaban el marchamo de cine negro estaban adaptadas de novelas de autores estadounidenses publicadas en esta colección, con portadas amarillas y negras y bajo la dirección de Marcel Duhamel.
Un año antes, en Combat (12 de Septiembre de 1945), Alexandre Astruc, ya había marcado esta referencia a la novela negra estadounidense I Die (1939), de William Keighley, película de gangsters que se acababa de estrenar en Paris.
A pesar de varias reservas, Astruc, el futuro autor de La longue marche (1966), estaba describiendo lo que se convertiría en una corriente en los años siguientes y atribuía su originalidad a la compañía Warner Bros.
Lo más interesante de la película es ese carácter único que la Warner imprime en todas sus producciones, ya sean los tiroteos de ángeles de caras sucias o los dramas de la soledad y del orgullo por los que Bette Davis pasea su mirada consumida. Efectivamente la Warner ocupa un lugar importante en la producción de Estados Unidos. Corresponde más o menos a lo que sería en Francia una productora que simultáneamente abarcase lo que representan la Nouvelle Revue Francaise, el café Flore o Paris Soir. Sus películas son policiacas, sociales y eróticas pero siempre con una chispa de espíritu que no tenemos más remedio que calificar como intelectual. Incluso sus películas de juventud no tienen esa frescura transparente y este chorro de colores inofensivos que solemos encontrar en las mejillas de las actrices sonrosadas y de las adolecentes de ojos azules. Es Hollywood pasando por Freud, esta corriente corresponde a la novela negra de Dashiell Hammett y de Peter Cheyney que Marcel Duhamel desea dar a conocer a los franceses.
Alexandre Astruc.
La utilización del calificativo negro como subtitulo de publicaciones policiacas no era ninguna novedad. En los años veinte, este color había sido la marca de fábrica de una revista estadounidense, Black Mask, que fue la cuna de una literatura policiaca. para proteger su territorio ( o ampliarlo) o para tomar el poder en el seno de un grupo eliminando a su rival. También mata para vengarse, por celos o por simple pulsión, identificándose más o menos conscientemente con un dios capaz de dar vida y muerte sobre sus semejantes, reflejo dictado tanto por el acervo de las religiones primitivas (en las que el sacrificio humano corresponde a un ritual programado) como las reglas sociales que permiten el homicidio en la guerra.
El hombre es un animal mucho más depredador que otras especies. No sólo mata para comer, para protegerse o por miedo de los que son diferentes, sino también por placer. Por lo tanto potencialmente es un criminal. Según el contexto
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