Ensayo de la película Ágora

Ensayo de la película Ágora

La película Ágora fue dirigida por Alejandro Amenábar y se estrenó en España el 9 de Octubre del 2009, fue ganadora de 7 Premios Goya de las 13 categorías a las que fue nominada.

La historia se desarrolla a finales del siglo IV y a principios del siglo V en la ciudad de Alejandría, al norte de Egipto, dónde dominaba el Imperio Romano y se veían constantemente enfrentamientos algo violentos en las calles. Tenemos de protagonista a Hipatia, una joven maestra, astrónoma y filósofa, hija de Teón, el director del Musaeum de Alejandría, muestra un claro agnosticismo y un dogma muy marcado. Hipatia se dedica a enseñar a jóvenes acerca del universo, matemáticas y filosofía, teniendo como alumnos a, mencionando solamente a los más relevantes en la historia, Davo, quien es cristiano, es su esclavo y está enamorado de ella, también a Orestes, otro enamorado de Hipatia, quien después de cierto tiempo se convertiría en Prefecto de Alejandría, y por último a Sinesio, quien obtendría después el cargo de obispo.

Durante la película se va mostrando un cristianismo muy primitivo y violento, se mostraba a Amonio, un monje parabolano, quien solía burlarse constantemente de las deidades greco-romanas, catalogándolas como “paganas”. Davo, un fiel y muy noble esclavo de Teón e Hipatia, se dedicaba a observar en silencio a Amonio y a los demás cristianos, tratando de ocultar su religión para evitar problemas con Teón, su amo, quien lo castigó ya una vez por la razón de creer en Cristo. Con esto nos podemos dar cuenta de cómo la gente era muy propensa a la violencia sólo por el hecho de tener alguna creencia religiosa que no era aceptada por otros.

Llegó el día en el que los cristianos desataron una gran pelea, tal fue su provocación que los romanos optaron por atacarlos a muerte, ignorando el número de cristianos. Después de una no muy larga pelea, donde Teón resultó herido gravemente, los greco-romanos tuvieron que refugiarse en la biblioteca de Alejandría, donde estarían rodeados por los cristianos enfurecidos. Pasados los días el emperador romano

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