Ensayo sobre la película LA DICTADURA PERFECTA

Ensayo sobre la película:

 La dictadura perfecta

-Realizado por Carlos López Mendizábal, San Marcos, Guatemala.

Aunque esta película refleja la realidad del país vecino, México, en cuanto a la alianza perversa que existe entre los medios masivos de comunicación, sobre todo el emporio televisivo, y la clase política que está en el poder, manipulando a su antojo los hilos de la información, para imponer su agenda oculta a las incautas masas de televidentes, su modus operandi se puede inferir también para el caso guatemalteco.  

Sin embargo, en nuestro país los tentáculos de este malévolo eje del mal, se amplia, además de la televisión, a la prensa escrita y a la radial, conformando una “trinca infernal”, integrada por Guatevisión, Prensa Libre y Emisoras Unidas quienes principalmente desde este siglo han manoseado encuestas, noticias, temas y opiniones para imponer candidatos presidenciales inflando a personalidades políticas afines a sus intereses y denigrando a otras.  Como igualmente lo ha hecho Canal Antigua que, últimamente las investigaciones del Ministerio Público, lo han relacionado con el anterior partido de gobierno, Partido Patriota, siendo su periodista estrella, Juan Luis Font, prácticamente el vocero incondicional de esa inmunda alianza.

Volviendo al argumento de la película, comprobamos cómo la Televisión Mexicana se presta para la desviar la atención del gran público, luego del garrafal error del presidente de la república al hacer un malhadado comentario racista.  Siendo el chivo expiatorio el gobernador Carmelo Vargas al divulgarse crímenes que ha cometido, pero ni lerdo ni perezoso este entra en componendas con la televisora para no ver comprometida su imagen política y revertir el asunto y convertirse en una estrella pública, sobredimensionando la gestión pública en su Estado.  Como todo esto es oropel, el diputado estatal de oposición, Agustín Morales, denuncia a Vargas y le pide la renuncia, reaccionando este y atenta contra la vida del congresista.  Como estos acontecimientos lamentables se tornan en un mayúsculo escándalo, entran nuevamente las maliciosas maniobras de la televisora imponiendo un nuevo tema a manera de “refrito” para volver a despistar a la mayoría de la ingenua población: el secuestro de dos niñas gemelas.  

Tal doble moral, o crasa inmoralidad de la televisora en descarada alianza con el gobernador Vargas, los conduce a urdir una serie de intrigas, mentiras y engaños, cuya lamentable cauda son los alevosos asesinatos de personas probas, como el del mismo diputado Morales (aparentando un suicidio) y del ahijado del impúdico gobernador Vargas.

La película pone en evidencia, entonces, los caprichosos procederes de los medios de comunicación que tienen el poder de magnificar hechos o minimizar situaciones para lograr inconfesables propósitos, como el de allanar el camino del escabroso Carmelo Vargas hacia la presidencia de la república y su boda con la actriz estrella de la aún más impresentable cadena televisora… Y el gran público embobado, pasmado, atolondrado, aturdido: defendiendo y aplaudiendo todo este desafortunado teatro, y pagando con sus impuestos los desmanes y desfachateces del obsceno matrimonio entre los deshonestos medios de comunicación y de la nefasta clase política.

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