Escenas y pensamientos en espacios de formación.
Enviado por Maria Belen Cebolla • 8 de Septiembre de 2016 • Tarea • 3.411 Palabras (14 Páginas) • 273 Visitas
ESCUELA SUPERIOR “FLORENTINO AMEGHINO” -LUJÁN
INSTITUTO SUPERIOR DE FORMACION DOCENTE Nº 141
PROFESORADO DE EDUCACIÓN INICIAL
MATERIA: E.D.I
PROFESORA: MARÍA FERNANDA PIGHIN
ALUMNAS:
CEBOLLA BELÉN
ECHARTE VERONICA
DÍAZ SANDRA
GARCILAZZO GERALDINE
NOGALES BÁRBARA
1- Alteridad proviene del latín alter, el “otro”. Es el principio filosófico de "alternar" o cambiar la propia perspectiva por la del "otro", considerando y teniendo en cuenta el punto de vista, la concepción del mundo, los intereses, la ideología del otro; y no dando por supuesto que la "de uno" es la única posible. La alteridad se encuentra en los niveles tanto individual, como social y cultural. Los distintos grupos sociales, generan también intereses distintos y ven el mundo de maneras desiguales.
Sería la capacidad de aprehender del otro, ponerse en sus zapatos y desde la realidad del otro considerar su situación para establecer relaciones fundamentadas en los principios de los derechos humanos y la dignificación de los sujetos.
Con respecto a la identificación, podemos decir que está vinculada a la identidad, que es el conjunto de los rasgos propios de un sujeto o de una comunidad. Dichos rasgos caracterizan al individuo o al grupo frente a los demás. La identidad es por otra parte, la conciencia que un ser humano tiene respecto a sí mismo.
La alteridad, es ponerse en el lugar del otro, no debemos generar prejuicios, ni subjetivaciones acerca de lo que es, o pueda llegar a ser según sus condiciones, que pueden ser biológicas (sexo, edad, temperamento, características físicas) o socioculturales (valores, costumbres, cultura, grupo social, idioma, ideologías).
Aunque yo no me identifique con el otro por sus rasgos, sus posturas o su manera de ver el mundo, aunque no tengamos en común las mismas características, debo respetarlo, no excluirlo, debo abrirme a la diversidad, ver a la persona más allá de las diferencias que tengan con uno. La diversidad es una de las características de nuestra sociedad actual, y este es un concepto sumamente importante en la formación de un individuo, en sus bases, que se originan en la sociabilización con los seres que lo rodean, la cual comprende la convivencia, la tolerancia y preocupación por el otro, y esto en parte se debe a su genética, su educación familiar y escolar desde los primeros años de vida.
Es de hacer notar la importancia del respeto por el otro, vale decir, aceptar su religión, criterio, punto de vista, etc. lo cual debe ser inculcado desde nuestras aulas y el hogar, y al mismo tiempo alejar el egoísmo, la vanidad y cualquier otro sentimiento que tenga que ver con la individualidad o el desprecio por el otro diferente. No todos somos iguales, hasta en lo más mínimo hay diferencias, y eso tiene que ver también mucho con nuestras experiencias y nuestra trayectoria de vida, aunque todos somos seres humanos, todos somos seres distintos en diferentes aspectos, el otro es precisamente el otro yo, es decir otra persona como yo, con su potencial, con su propia personalidad, sus virtudes, sus defectos, su historia, sus frustraciones, sus complejos, sus alegrías, es por eso que para mejorar esa relación, se debe aceptar al otro tal cual es.
1-1 El video de León Gieco, “Hoy Bailaré”, nos muestra diferentes personas bailando, todas personas con características diferentes, biológicas, físicas, socioculturales, entre ellas: distintos bailarines, de clásico, de flamenco, de capoeira, un travesti, una niña china, una joven con obesidad, una mujer sin sus brazos, etc.
El concepto de alteridad atraviesa este video clip, ya que muestra que más allá de las diferencias, todos podemos bailar, el baile es la vida misma, protagoniza por cada uno según sus características como lo vemos en los diferentes bailes, o en las distintas personas. Dejando un mensaje importantísimo, que más allá de todo “todos podemos bailar”, todos tenemos los mismos derechos, todos somos seres humanos y por ello debemos vivir una vida digna, donde el otro no me juzgue, me mire de igual a igual, y que comparta la vida de manera apropiada con los demás. Ponerme en el lugar del otra es tan importante, ya estamos tan acostumbrados a establecer prejuicios al conocer a alguna persona (el otro), desde nuestra historia, generando conclusiones a ciegas del actuar de la persona, discriminando he incluso negando al otro por las diferencias de identidades que se buscan.
En el video destacamos a la abuela de plaza de mayo, que con un papel doblado varias veces corta la figura de un individuo, y al abrirla aparecen todas las demás, todas iguales “cortadas por la misma tijera”.
1-2 Sandra Nicastro en el prólogo de su libro, nos habla de “ese otro” que resulta ser excluido por alguna razón, que muchas veces no puede explicarse, y que la comunidad le niega transmitirle sus experiencias comunes, poniendo de relieve una cuestión central de nuestra cultura: educar es el modo esencial de incluir a los otros, incluso bajo la forma de la exclusión.
Nos habla de la escuela, como institución, y de su postura contra el pensamiento de destitución de la misma. Hay que repensar las trayectorias escolares, las de acompañar las historias de cada día, la de proponer otras formas de subjetivación colectiva: desde los otros, que a fin de cuentas, somos nosotros. La escuela, es singular porque inviste un tipo de deseo que pocas instituciones reconocen con tanta fuerza como ella: el deseo de construir lo común a partir de las infinitas diferencias que nos constituyen, debemos responder por los otros.
Nosotras como docentes debemos partir de la definición de alteridad, para organizar de manera efectiva, los aprendizajes que debemos dar a nuestros alumnos, sin excluir, ni discriminar a ninguno, lo cual es la base para entender, que tipo de persona quiero formar, con qué experiencia crece, que técnicas tendrán mayor eficacia; la escuela como organización social, debe canalizar todo lo inherente a entender la inclusión de todos como una toma de consciencia, propiciadora de la participación, el dialogo , la justicia y la autonomía, para legitimar normas sustentadas en valores que conduzcan a una convivencia armoniosa. Esto permitirá formar personas aptas para incorporarse en todos los espacios de la vida, con sentido de dignidad, fraternidad y justicia. La educación, debe permitir abrir procesos para construir la libertad partiendo de la alteridad, en nuestro rol como docentes y facilitadores debemos partir de la misma esencia de la experiencia, aplicando los principios de alteridad, para sustentar los contenidos acorde a cada situación, que implique un desarrollo progresivo y secuencial a los alumnos y le permita acceder a sus metas, comprendiendo que la alteridad les permitirá agrandar sus fronteras culturales, exprimir las ideas de otras corrientes y ciencias, haciéndolos más sensibles y más humanos.
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