Formación De La Vida Espiritual
Enviado por pumalocopio • 6 de Febrero de 2014 • Ensayo • 727 Palabras (3 Páginas) • 290 Visitas
LA IMPORTANCIA DE LA FORMACIÓN ESPIRITUAL PARA EL JOVEN DE HOY
AVILA GALLEGO ANTONI
PROFESOR
RUBÉN CORDERO
ASIGNATURA
RELIGIÓN
GRADO
9-4
INSTITUCIÓN EDUCATIVA LUIS CARLOS GALÁN SARMIENTO
CAREPA-ANT
2013
FORMACIÓN DE LA VIDA ESPIRITUAL
Al igual que la vida del cuerpo necesita de sustento y alimento para sobrevivir y desarrollarse satisfactoriamente y debe ser cuidada en momentos de falta de salud, también la vida del espíritu necesita de ese alimento y de esa atención. No darlos en la debida proporción y con la frecuencia adecuada causa estragos graves en el alma: tibieza, mediocridad, superficialidad, indiferencia, desprecio por lo espiritual, endurecimiento del corazón y deformación de la conciencia. Es imperiosa y urgente la necesidad de dar una formación espiritual sólida, firme y segura a nuestros hijos que les proporcionen las herramientas necesarias para poder iniciarse con decisión en el camino del bien, de la búsqueda de la verdad, del amor a Dios y al prójimo
Formar las almas de los hijos de cara a la eternidad, asegurar que llegue a la meta para la cual fue creada. El ser humano es un ente muy complejo que tiene un cuerpo animado por un espíritu. Pero es un ser único; no podemos romperlo y manejar separadamente cada una de sus partes de manera independiente como si no estuvieran íntimamente ligadas. Por ello hablar de la formación espiritual desligándola de la formación humana en general es un grave error. “Primero hombre y luego santo” (P. Marcial Maciel).
El edificio de la formación espiritual se levanta sobre la base de una formación sólida de los otros aspectos humanos. Es por ello que antes de la formación espiritual, es necesario formar la voluntad, la conciencia, la inteligencia y la afectividad. Es utópico pretender una seria vida de oración sin el cimiento de una conciencia rectamente formada o de una voluntad fuerte. No se logra una vida íntima con Cristo si no se ha modelado previamente el corazón por el camino de una sana y madura afectividad. No se pueden penetrar adecuadamente los misterios de la Sagrada Escritura sin el apoyo de una inteligencia aguda, perspicaz, sutil. Lógicamente, en todo ello es el Espíritu quien va guiando al alma y el que va derramando sus dones y sus gracias para irlas santificando, pero es necesario el concurso de una humanidad completa que sea cimiento sobre la cual pueda levantarse seguro el edificio espiritual.
Voy a esbozar sencillamente algunos rasgos de esta formación espiritual que me parecen fundamentales. Como siempre lo importante no es la teoría, que por otro lado debe estar bien aprendida, sino la vivencia, el testimonio, la experiencia real de lo espiritual encarnada en mi vida.
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