Gulliver, Horacio Y Las Princesas
Enviado por lucia.ignacioq • 29 de Octubre de 2013 • 479 Palabras (2 Páginas) • 289 Visitas
GULLIVER, HORACIO Y LAS PRINCESAS
La película «Los viajes de Gulliver», basada en la obra del mismo nombre, del autor Jhonatan Swift es una comedia ambientada en el siglo XXI, que recrea la historia de un hombre (Gulliver) que trabaja en la correspondencia de un periódico y que está enamorado en secreto de la editora de viajes, Darcy Silverman, desde hace mucho tiempo. A pesar de que él es una persona simpática, con una conversación muy entretenida y fluida, se siente acomplejado de su cargo y cree que no merece la atención de periodistas más experimentados.
En su viaje a Lilliput, al ser atrapado y encerrado en una cueva por el ejército de ese país, conoce a Horacio, quien está encarcelado por el delito de «cortejo ilegal». Él está enamorado de la princesa, pero como son de distinta clase social no puede pretenderla.
Me pareció deliciosa la manera de retratar a estas dos parejas: por un lado Gulliver no se atreve a acercarse a Darcy porque piensa que ella nunca saldría con alguien de correspondencia. Y calla su amor. Por el otro lado, Horacio cree que no podrá realizar un acto heroico que lo pueda hacer digno de aspirar a pedir la mano de la princesa. Ninguno de los dos tiene, digamos, mucha confianza en sí mismo; es en el desarrollo de la película que vamos viendo el crecimiento personal de los dos personajes.
Darcy Silverman y la princesa comparten una sola cosa: el ser «inalcanzables» —según sus pretendientes, claro está—. Darcy no está limitada a ser una damisela que tenga que cumplir con la «obligación femenina» de la «sección 4.2 de la Doctrina Oficial de Cortejo», pero su posición en el periódico la hace inaccesible, por lo que Gulliver no puede invitarla a salir aunque así lo desee. La princesa en cambio, está atada a un compromiso con el capitán Edwars y, además, tiene un protocolo que seguir.
Cada una es conquistada de distinta manera: la princesa no olvida su posición ni tampoco acepta ser tratada como una de las «opciones» de Horacio. Es ahí cuando él se da cuenta de que la debe tratar como ella se merece. Gulliver en cambio, admite abochornado ante Darcy de que la llama —de la manera más cursi, para nuestra época— su «princesa» —cosa que, por cierto, a ella le parece muy dulce—.
En relación a esas parejas se busca un equilibrio, un mundo en el que las reglas no sean tan rígidas y haya respeto por la persona que ames.
Como comentario final, en la película hubo frases muy usadas, tales como «No es por ti, es por mí» y «No hay empleo pequeño, solo gente pequeña», que ayudaron a reforzar el sentido cómico de la película, sin soslayar el mensaje central de atreverse a dejar los miedos para conseguir lo que quieres. Y es que, el amor de una «princesa» puede ser muy estimulante.
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