Informe de obra

ANIBAL va al televisor y lo enciende. Todo lo que consigue, canal tras canal, es estática. Enciende la radio. Más estática.

ANIBAL regresa a la cocina y esconde todos los cuchillos.

Tocan a la puerta. ANIBAL mira hacia la puerta, preocupado. Tocan otra vez. ANIBAL va a la puerta y la abre. Sirenas.

Es el Sargento NELSON DE LA LUNA, hermano menor de ANIBAL. NELSON es más alto y ancho que su hermano mayor. Tiene cara de bebé, pelo corto y un pequeño bigote. NELSON viste impermeable y botas de soldado.

ANIBAL.   ¿Nelson?

NELSON.   (Gran sonrisa.) ¡Hermano!

NELSON ríe y levanta en vilo a ANIBAL en un gran abrazo de oso. Los hermanos se besan y se palmotean la espalda.

ANIBAL.   ¿¡Hijo de puta, Nelson, que mierda estás haciendo acá!?

NELSON.   ¡Sorpresa! ¡Linda casa!

NELSON pasa y se quita el impermeable. Debajo lleva puesto un polo de soldado, pantalones caqui, medallones de identificación, etc. ANIBAL todavía no puede creer que su hermano esté allí. Cierra la puerta. Las sirenas cesan.

ANIBAL.   Mírate. No-lo-puedo-creer. ¿Estás solo?

NELSON.   No, tengo a la mitad de la compañía esperándome en el carro, asshole. Mírate no mas. Estás viejo.  

ANIBAL.   Vete a la mierda. Qué maricón; ni siquiera avisaste...

NELSON.   Sorpresa, sorpresa, ¿cuánto pagas por este basural?

ANIBAL.   ¿Qué hay? Pensé que estabas en Alemania.

NELSON.   Ya no más, bro. Me trasladaron a Fort Benning,  en Georgia, hace seis meses. Luego me mandaron aquí.

ANIBAL.   ¿Están entrenando para algo? ¿Alistándose para invadir algún desamparado país tercermundista?

NELSON.   “Desamparado”. What a homo. ¿Tienes cerveza? (Va al refrigerador y se sirve una cerveza.)

ANIBAL.   Agarra una cerveza.

NELSON.   Ahora estoy entrenando en el Valle de la Muerte. Es una puta laguna. Y yo pensé que tú vivías en la soleada California del Sur, jerk-off.

ANIBAL.   Aquí también llueve, pendejo. Coño, qué bien me hace verte, Nelson.

De nuevo se abrazan con exhuberancia y se palmean la espalda.

NELSON.   Así es. Me mandaron al Valle de la Muerte. Estoy preparado, bro. Entrenamiento de desierto. Listo para el Medio Oriente, o algún agujero de insectos con toallas en la cabeza y petróleo bajo las patas... fucking tanks por todos lados, hacemos volar cualquier cosa lo suficientemente estúpida para cruzarse en nuestro camino – por lo general ovejas perdidas y coyotes – porque somos hombres, Aníbal, no señoritas como tú: hombres, ¡HOMBRES!

ANIBAL.   (Ríe.) Déjate esa mierda en el cuartel.

NELSON.   Yo, de algo sirve correrse la paja todo el día como tú: por fín tienes casa. Tengo que conseguirme una así, parece que meter maletas en los aviones paga de verdad. Qué: ¿estás ayudando a pasar drogas y esa mierda?

ANIBAL.   (Ríe.) ¿Cuánto tiempo te quedas?

NELSON.   Nada. Estoy jodido. Tengo que estar en el Valle de la Muerte a las cero-cinco horas mañana temprano para una reunión con mi CO que solo va a demorar cinco minutos. Así que solo me puedo quedar una hora, las carreteras están hechas una mierda esta noche.

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