LO MEJOR DE MI VIDA... NADIE ESTÁ PREPARADO PARA LA MUERTE

Si a estas alturas queda alguien que no haya visto “Lo mejor de mi vida”, sin duda no sabe muy bien de que se trata esta agradable película. Hace unos días me encontré con esta cinta, que es un reflejo claro de una persona ante la realidad de su muerte.

Una película que posee la capacidad de poner en funcionamiento los cinco sentidos, que muestra la realidad que nos rodea y que sabe mantener la atención del espectador hasta el último momento.

Nadie está preparado para la muerte, por lo general es algo a lo que la mayoría le tememos, pero aún con todo es algo que debe asumirse; puede pasar en cualquier momento y en las maneras menos esperadas; sin embargo hay gente que tiene la oportunidad de reflexionar sobre este tema y de saber cuándo será, esperarla, y sobre todo, decidir qué hacer en el tiempo que aun le queda. Hace unos días me encontré con esta cinta, que es un reflejo claro de una persona ante la realidad de su muerte.

¿Cuántas veces gastamos nuestras vidas en luchas innecesarias? ¿Qué es lo que realmente importa? ¿Qué es lo que nos hace felices?

En la película nos encontramos con una pareja estadounidense. Uno de los integrantes de ésta es Bob jones (el protagonista), un ejecutivo de éxito al que en su vida se le pondrá a prueba. Casado con Gail, una mujer comprensiva y tierna.

La felicidad les llega con la noticia del próximo nacimiento de su primer hijo. Pero la alegría no les pudo durar mucho cuando, tras exámenes y pruebas medicas realizadas a Bob, le comunican que padece una grave enfermedad y que quizá no podrá llegar a conocer a su hijo.

Bob es un hombre que desde su niñez carga muchos temores y traumas, la cinta de hecho inicia con un trozo de su infancia en la que él se siente defraudado por no lograr conseguir un deseo que con su inocencia de niño le pide a una estrella.

Sus deseos y aspiraciones lo llevaron a la ciudad y alejarse de su familia. Se va con un resentimiento que lo acompaña toda su vida y que, al enterarse de su enfermedad y tras una batalla interna, trata de resolver, porque sabe que lo único que le queda antes de morir es recuperar el tiempo perdido con su familia.

Consciente de que posiblemente no conocerá a su hijo, decide hacer un video que le permita hacerse conocer a su pequeño… porque quiere ser él mismo quien, a través de esta cinta, genere un contacto especial con el futuro bebé.

En un intento por curarse, Bob se acerca a un hombre que le dice que la base de su cura física es empezar por curar su alma, por sacar de sí mismo el dolor, el rencor, y esa breve apertura le da la posibilidad de vivir un poco más para ver a su hijo, para tenerle entre sus brazo.

Como hemos visto, en conclusión, esta es una de esas películas ya de muchos años; pero que impactan por una realidad tan común.

La idea de que esta película es uniformemente y rotundamente buena, la he obtenido

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