La música, un arte que llena el corazon

NOMBRE: Katherine Arispe Méndez

MATERIA: Estudios y Ensayos jurídicos

FECHA: 27/04/15

TRASCENDENCIA DE LA MÚSICA EN LA VIDA DEL HOMBRE

Por tiempos inmemoriales, la música ha sido parte de la vida del ser humano. La combinación y concordancia de sonidos en la búsqueda de ritmos han ido evolucionando. Sin embargo, a pesar de esta evolución, la música sigue teniendo el mismo fondo, la misma esencia. Transcurre de generación en generación, no se detiene. Sigue provocando sentimientos de todo tipo en los seres humanos. La música es el arte más directo y sublime que entra por el oído, y va directamente a corazón. Cuando la música vive en el corazón, no existe poder humano que pueda matarla.

Es inaudito no hacer una alabanza a la música, ya que esta tiene una trascendencia histórica en este mundo y un recorrido que es digno de admirar. Aquella música de orquesta desconocida para la humanidad antes del siglo XVIII que tanto me gusta, aquellos clásicos que todos hemos escuchado, esas composiciones grandiosas productora de efluvios, la música vocal o instrumental de distintos géneros conocidos por todos. Esos sonidos o ritmos tan sublimes que siempre acompañan nuestras vidas, para mi llega a ser uno de los placeres más exquisitos de la vida. La música es la prolongación indefinida de versos y poemas en la cual se descubren un río de emociones.  La intensidad de las pasiones del alma se deleita tanto del dolor como del goce. Tanto aquel dolor genuino, como la abundante felicidad, son simples características que hacen que hoy en día, la música sea aquello imprescindible en mi vida y es por eso que concuerdo con la idea de Friedrich Nietzsche: “Sin música, la vida sería un error”. Algunos autores hacen énfasis en la relevancia de la música (en cuanto la subjetividad de la persona), tales como: el escritor español Miguel de Cervantes, que mencionaba: “La música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del espíritu”, y como el ilustre filósofo alemán Arthur Schopenhauer refería: “En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad”. Como se puede percibir, ambos se dirigen hacia la música como la cura de todo, la reposición de lo que se cree destruido o desaparecido, aquello que olvidamos (…) eso precisamente es lo que la música recuerda y materializa.  Ésta llega a descongelar el corazón más frio, no tiene límites, ni fronteras, alimenta el alma de la manera más pura, como el filósofo griego Platón decía: “La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo”. Sinceramente, desde mi punto de vista, no creo que exista algo parecido que logre lo que la música puede lograr.        

Entre todos los placeres de la vida, (y vaya que son demasiados) si tuviera que escoger, me quedaría con la música, ya que esta es el lenguaje universal mismo. La única que con solo escucharla, nos hace sentir. Nos suele transportar a lugares inimaginables, provocar sentimientos inigualables. La música va conectada con el amor, es por eso que tiene la posibilidad de llevarnos al mismo cielo o al más profundo infierno.

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