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La película The Help


Enviado por   •  20 de Octubre de 2013  •  Resumen  •  1.119 Palabras (5 Páginas)  •  588 Visitas

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La película The Help es una narración profúndamente femenina, y habida cuenta de nuestra predisposición al drama y del poder matricéntrico de esta sociedad, su belleza no reside en las lágrimas que convoque, sino en la interpretación que despierta. Estas son las mías:

Venimos de una hallaca

Cuando era pequeñita, mi abuela Julia Dolores me dejaba hacer hallacas aunque quedaran choretas. Las mías llevaban más pasitas y aceitunas de las necesarias y gastaba tanto pabilo como un papagayo.

Alguna vez me explicó por qué se hacían las hallacas y lo olvidé. Pero alguien tuvo a bien recordármelo. Desde entonces sé que ese bollo caliente y colorido es el mejor resumen de lo que somos. Lo que comenzó como una zambumbia, un cofre suave para los restos de las comidas de otros, devino en el plato principal con el que celebramos la navidad. Un pueblo mestizo, con un poco de cada cosa, todos amuñuñados, cociéndonos juntos, abrazados entre hojas que nos protegen al hervir.

Probablemente en la complejidad que supone hoy hacerlas, se pierde el secreto de su origen sencillo. Así se nos olvida igual por qué carrizo en este país hay chinos morenos, negros de ojos rayados, indias que trabajan en Hollywood y catires pescadores de costa. Son muchos años siendo lo que somos: igualados en un pantone tan diverso, que sólo en nuestras maneras, palabras y acentos es que otros se arriesgan a definir la venezolanidad. Hacerlo nosotros mismos es difícil, nuestras fronteras históricas son más poderosas que las geográficas. Pero ahí vamos, con garbanzos en una región, encurtidos ácidos en otra, más onoto y papelón, o un toque de almendra. Somos una hallaca, muchas hallacas, y lo recordamos cada año.

La polarización como barrera

Somos híbridos. Por eso que a estas alturas del partido venga alguien a imponer la negritud como causal de discriminación en Venezuela, es una falacia arbitraria y absurda. Políticamente absurda. El único poder del KKK en su apogeo residía en el temor a romper un vademécum social que jamás fue consensuado. Sólo era. Sin embargo, a pesar del lado de la barrera racial que le tocara vivirlo, el horror no era diferente. Un crimen siempre es un crimen. Y, a diferencia de esa sociedad narrada en la película, nuestros crímenes no han sido ni son raciales.

Muchas de las narraciones de las mujeres en The Help reforzarán la noción de infancias abortadas, saltando a un destino que no eligieron pero les corresponde. Una esclavitud con salario. Designios de un status quo que necesitó de la post-modernidad y el trabajo sostenido de activistas, que entendieron en sus propias emociones lo irracional de la sociedad a la que se habían acostumbrado. Por eso el progreso es siempre mestizo.

¿Cuántas niñas y niños son obligados a abandonar sus escuelas -si alguna vez fueron inscritos- para trabajar y apoyar económicamente a sus padres? ¿A cuántos ha visto acercarse hasta su mesa vendiéndole una rosa en papel celofán o pidiéndole algo para comer? La ayuda se mantiene en la explotación de la dignidad de otros, porque no se les reconoce.

El activismo requiere, como lo demuestran las criadas, del valor de masificar nuestras causas, de exponer ante otros las circunstancias, razones e injusticias de aquello que debemos cambiar. Tantos años acostumbradas a expresar su solidaridad sólo con miradas, fomentó la dificultad de despertar sus voces para narrar sus vidas. La indignación fue

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