Los Coristas

La trama de la película trascurre en la década de los 50 en un colegio francés, donde la disciplina es ruda y los relación entre profesor y alumno es nula, puesto que el director crea un método correctivo denominado acción-reacción, donde los alumnos no tienen derecho a juicio, y por cualquier falta cometida son castigados por golpes o aislados. Todo cambia cuando es contratado un nuevo profesor músico de profesión que llega y revoluciona el trato y la disciplina con los niños imponiendo una nueva actividad co-curricular la creación de un coro entre los alumnos, lo cual da un giro al internado y los puntos notables de esta película son los siguientes:

• La cero tolerancia entre la autoridad que son los profesores hacia los alumnos, ocasiona indisciplina.

• La relación profesor-alumno es nula, originando conflictos y no se acatan las ordenes entre el grupo.

• Cuando un maestro familiariza en relación cordial con el grupo el alumnado tiende a confiar así como a obedecer y también aponer atención en las actividades escolares.

• Una mala relación del maestro con el grupo y los métodos disciplinarios agresivos. Causa una mala imagen en los niños hacia la actividad del profesor.

• La actividad de la música en grupo, alienta a los niños y los entusiasmas a estudiar, cumplir sus tareas para continuar con esta nueva actividad

• Las actividades co-curriculares en grupo atraen una mayor atención y mejora la disciplina durante clases.

• Aun en el grupo se individualiza las personalidades particulares de cada niño así como la del profesor.

• Particularidades de cada niño crea carácter.

• Se jerarquiza el grupo por la ausencia de familia y se toma a los profesores como autoridad no se familiariza.

El arte de la música es y será un campo vago, indefinido y propicio para atender la creatividad que se genera en los campos alternos a las bellas artes. La parvedad del sistema imperante por definir y encasillar la actividad artística seguirá produciendo desadaptados, outsiders, y creadores nómadas que tal vez nunca encuentren un hogar propio, ojalá que el festival de arte sonoro pudiera por lo menos convertirse en una gran carpa en este caos pedagógico en un lugar de encuentro abierto a todo creador que utiliza el sonido como uno de tantos medios de expresión alternas.

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