Miley y la identidad Sexual

Miley y la identidad Sexual

Antes de comenzar a hablar de Miley Cyrus debo señalar el derecho que tiene todo ser humano al libre albedrío que en la práctica quiere decir: absoluta libertad para equivocarse. Incluso libertad para ser tontos, claro que sí. O para ser vulgares y enloquecer, si ese es su deseo. Asi dejó en claro que la reputación de esta señorita y su formado trasero son su propiedad privada. Puede hacer con ellos lo que le dé la gana.

Si Cyrus quien goza de una fama tremenda alrededor del mundo quiso renovar su imagen pasando de niña dulce "Hanna Montana" a cantante calentorra, es porque tal vez se dio cuenta ó alguien le dijo que las jovencitas y jovencitos que soñaron con ella y que antes hacían solo exageradas sonrisas para Disney también se hicieron grandes y tienen otras necesidades. Todo el mundo crece, tristemente.

Por eso la interprete de We Can't Stop está hoy en el lugar que le corresponde. Esos jovencitos de ambos sexos del siglo XXI, comienzan a acercar su mano cada vez con más insistencia a su zona pélvica y necesitan una imagen a quien amar, una cara y un tono de voz para impostar, Todo el mundo necesita amar. Y con Miley, adquieren modelos, maneras de mirar y de acercarse a alguien del sexo opuesto o quizá del mismo. Se miran al espejo y quieren que el mundo los vea como ellas y ellos se ven.”. Ahí están reflejado en los gestos (incluso aquel, de sacar toda la lengua hacia un lado), los movimientos pélvicos, o el famoso baile de las nalgas llamado twerking.

Está claro que ella quiere dejar sentada su posición en el mundo con estos cultos de identidad sexual los mismos que desean sus seguidores para cruzar la dolorosa barrera de la coherencia y la pureza. No existe crimen en eso. El mundo es un lugar frío e inhóspito y ellos empiezan a darse cuenta que afuera está lloviendo, que la intemperie comenzó y ya nunca va a terminar. No se puede devolver al genio dentro de la botella. Por eso cuando la cantante se restriega la entrepierna con una mano lo que hace es explicar a su manera la posmodernidad. No es la primera que lo hace. La locura no está en su cuerpo. La locura esta en el mundo y son reflejadas por las pantallas, es la única realidad y sabemos que existe porque la vemos.

Es así como Miley se dirige con paso seguro e imperiosa seguridad, caminando hacia la gloria, hacia ese mundo y serán ese mundo y el tiempo los únicos que podrán demoler su fuerza y lo harán, porque son mucho más torcidos y perseverantes de lo que ella cree y de lo que conoce; pero armada de gestos eróticos y el ombligo al aire, llegará mucho más lejos que con su carita tierna. Porque el mundo suele ser menos cruel con las mujeres malas.

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