Mujer Sabia

MI LUZ

Autor: Niumaura Marcano

Curso: Prevención de Adicciones

Facilitador(a): Liseth Mendoza

Asesoría: Alexander Castellano

Director Teatro Experimental “Samuel Robinson”

Mujer: Triste, triste es estar en este lugar por intentar vivir; injusticia es la que yo viví. Pero, ¿saben algo?, me puedo arrepentir de todo, menos de lo que hice, estaré pudriéndome en vida, pero el amor de mi vida vive, me indigné, no pude más, llegué al límite de lo que podía aguantar.

¡jJa, ja, ja! El amor... a veces somos tan... estúpidas. Sí, esa es la palabra. Estúpidas. Somos tan estúpidas cuando nos enamoramos; lo conocí a él, sin saber el pedazo de... que era; me prometió el mundo, la luna, las estrellas, el sol y lo que me dio fue el infierno. Me escapé de casa para vivir con el supuesto amor de mi vida, ese hombre “perfecto” ese príncipe azul de los cuentos de Hadas, que una tanto amaba, que una tanto añoraba, con el que una tanto soñaba. Comencé a vivir con él y fue allí donde comenzó el calvario en que se convirtió mi vida. Al principio era tan perfecto, pero luego cada noche ¡Cada bendita noche! Comenzó a llegar borracho, el alcohol lo expulsaba hasta por los poros, asquerosamente borracho queriendo sexo, cuando me negaba, me golpeaba, me destrozaba, me violaba. Me llegué a sentir muerta por dentro, sin vida; el “Amor” desapareció, pero tenía miedo de dejarlo, en mi casa no me volverían a recibir, no trabajaba, no había culminado el bachillerato, no tenía nada, no era nadie, así como siempre me decía él.

        Pero un día vi el arco iris en medio de la tormenta, el día que mi di cuenta que estaba embarazada, mi lucecita, mi chiquita... si, una niña; pensé, solo pensé, estúpidamente pensé que el embarazo haría que él cambiara y claro que cambió, pero a peor, pasó del alcohol a las drogas... una vez, tuve mucho miedo, pensé que la perdería, en uno de sus momentos hasta el tope de drogas, me golpeó tan fuerte que pensé que la iba a perder; pero no fue así, aun la sentía en mi pancita, mi hermosa lucecita. Ella nació y fue tan perfecto, si, perfecto.... por unos días; luego... de nuevo, al tormento, a la mala vida que llevaba, bueno ahora con mi Luz que me daba valor para vivir por ella y para ella.

        ¿Qué?, ¿les aburre? Es que hablar de mi Luz es lo mejor que puedo hacer, mi niña valiente, con su hermosa sonrisa, con sus ojos radiantes del color del cielo, su cabello con un castaño brillante, sus mejillas redondas y sonrojadas, su risa angelical, mi ángel...pero bien, ¿Por qué estoy aquí? Mi Luz creció, sus hermosos 4 años, darle lo mejor me motivó a estudiar, una vecina la cuidaba cuando tenía mis clases, ese día como siempre la dejé en casa de mi vecina y fui a clase, sin contar con la serie de eventos que marcaría nuestra vida. Estando en clase, la vecina me llamó, me dijo que se le había presentado una emergencia y que había dejado a mi niña en casa con su padre, yo me salí rápidamente de clase, desesperada corrí a mi casa, al llegar a casa, todo está en silencio, la sala estaba hecha un desastre, ¿Qué pensé? Que el muy imbécil ya se había puesto de nuevo hasta el tope de drogas, y le dio sus ataques agresivos de nuevo. Y salgo corriendo al cuarto de mi Luz y... allí estaba él... abusando de mi Luz, mi pequeña, mi hija, su propia hija, estaba tan drogado que ni siquiera respetó a su propia hija.... le brinqué encima, lo golpee, me lanzó al suelo, dejando a mi lucecita, a mi chiquita desgarrada... me empezó a golpear, sangre, demasiada sangre, no me importó el dolor, no importó nada, sólo ver a mi Luz en esa condición, me dio fuerzas, busqué un cuchillo y le quité la vida... si le quité la vida, y no me arrepiento, y lo volvería hacer; de lo único que si me arrepiento es de no haberme alejado de un ser tan tóxico, por enamorada, por idiota, por cobarde.

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