Once Upon A Time

Critica

En un momento en el que la revisión de los cuentos clásicos se encuentra en pleno apogeo, Once Upon a Time o Érase Una Vez, es la apuesta de Edward Kitsis y Adam Horowitz para la cadena estadounidense ABC.

La trama de la serie hunde su raíz en los hechos pasados del mundo fantástico de los cuentos, un mundo habitado por personajes clásicos adaptados con mayor o menor fidelidad, pero de cualquier modo de forma atractiva y sorprendente a fin de que cada historia individual forme parte del todo.

Tal y cómo os iba diciendo el inicio de los hechos se sitúa en la boda de Blancanieves con el Príncipe que se ve interrumpida por la aparición de la Reina y su amenaza de lanzar contra el reino una terrible maldición. La maldición suprema atrapará a los personajes en un mundo (el nuestro) en el que ninguno recordará su identidad y en el que la Reina finalmente triunfará gobernando sobre todos ellos.

La pareja visitará en las mazmorras en las que mantienen preso al retorcido y diabólico Rumpelstiltskin, que les revelará que sólo el bebé que dará a luz Blancanieves podrá romper la maldición cuando cumpla 28 años.

La serie pues tiene su punto fuerte en la originalidad de su planteamiento, en una muy acertada revisión de los cuentos con un enriquecimiento de los personajes y la humanización de sus motivaciones que constituye pues uno de los grandes atractivos de Once Upon a Time. En cada capítulo paralelamente al desarrollo de la trama principal, conocemos a cada uno de los habitantes del pueblo mediante un flashback a su pasado en el mundo fantástico. Su punto débil en mi opinión es quizás cierta falta de dinamismo en algún capítulo, además de una excesiva presencia de Blancanieves como coprotagonista, cuya personalidad resulta a veces un tanto cargante, aunque compensada por mucho por el personaje de Rumpelstiltskin.

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